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Interior Sin producción local, el precio de la verdura está por las nubes SAENZ PEÑA (Agencia) - La producción hortícola de los pocos quinteros que sobreviven en la zona de Sáenz Peña se perdió en su totalidad por la falta de agua y los continuos días de calcinantes temperaturas, y esa falta repercutió en el mercado local donde las pocas verduras disponibles, provenientes de otras provincias, tienen para el consumidor costos muy elevados. En los alrededores de la ciudad termal son aproximadamente veinte los productores, de pequeña escala, que trabajan en la producción de hortalizas. La carencia de infraestructura, por la mirada esquiva de programas que con seriedad los contemplen, provoca en sus cultivos daños totales en épocas en las que el clima no acompaña. Los pedidos, que llevan décadas de trámites y promesas incumplidas, son concisos: represas para almacenar el agua que necesitan para sobrellevar los períodos de sequía y coberturas que les faciliten producir cuando el sol chaqueño se hace sentir.
“Ni el perejil se salvó”, comenta a NORTE el quintero de la zona sur de Sáenz Peña que observa que todo el verdeo desapareció y sólo queda tierra seca. “La cebolla de verdeo es uno de los productos que aguanta el período seco, pero este año el sol no dejó nada en pie”, añaden los técnicos del INTA que trabajan con los pequeños productores. La excepción a la situación generalizada es algún productor que tiene media sombra y agua, “pero igualmente los cultivos se resintieron y la calidad y el rendimiento no son los mejores”.
Pérdidas totales
Las pérdidas en las pocas quintas que quedan en el departamento Comandante Fernández son totales en los cultivos de hoja. Solamente quedan algunas plantas de mandioca y batata que están soportando, aunque con las condiciones de escasa humedad no se puede garantizar la calidad del producto que se cosechará.
“Todo lo que son los sembrados a cielo abierto está perdido, pudo salvarse solamente un porcentaje de lo que tiene protección de media sombra, pero igualmente la verdura que sobrevivió sintió el impacto de los días continuos de fuerte sol”, acotan desde el INTA.
La situación dramática en los campos queda visiblemente reflejada en las ferias francas de Sáenz Peña y Quitilipi, donde “se aguanta” con la oferta de cucurbitáceas y de conservas o panificados. Verduras de hoja no se consiguen entre los productores de la zona, solamente es posible encontrarlas en las verdulerías que se proveen de otras provincias.
Precios nada saludables
La recomendación de los nutricionistas es consumir verduras diariamente, pero para la economía del ama de casa la sugerencia no es saludable. Con la imposibilidad que tienen los huerteros saenzpeñenses de producir, por las nunca concretadas promesas de construcción de represas, las hortalizas que se consiguen en la ciudad provienen de otros lugares del país. Las verdulerías, para reponer mercadería, compran todo a proveedores que traen verduras de otras provincias y venden a precios elevados.
Las verduras de hoja que se consiguen en Sáenz Peña tienen flete incorporado. En el caso de la lechuga, la procedencia es de Santa Fe y el precio al público promedia los veinte pesos el kilo. El mazo de acelga tiene un valor de diez pesos “porque se lo trae de otros lugares ya que si fuera de nuestra zona no valdría más de cinco pesos”. En el caso del perejil y la cebolla de verdeo, también la producción es santafesina y es de costo elevado para el verdulero y en consecuencia también lo será para el consumidor.
El atado de remolacha, que no tiene más de cuatro bulbos, se vende a ocho pesos “porque tampoco es producto chaqueño”. El choclo también es de otras tierras y cuesta tres pesos cada mazorca; lo mismo sucede con el repollo que es “importado” y cuesta entre seis y ocho pesos el kilo.
“Es lamentable, porque nuestra gente podría producir todo lo que nosotros estamos comprando hoy de otros lugares del país y a precios que incluyen el alto valor del flete”, señala el propietario de una de las verdulerías que en la mañana de ayer reponía su stock con productos provenientes de Santa Fe, Buenos Aires y Mendoza.
Invierno pesimista
El próximo cambio de estación tampoco aporta ánimos al horticultor ya que saldrá del verano con poca humedad en los suelos y sin pronósticos de lluvias importantes que permitan recuperar el perfil para la siembra de la colección invernal. Si la humedad lo permitiera, o si el productor contara con la seguridad de hacer riego, la posibilidad de recuperar su economía estaría en el cultivo de cebolla, que en la zona da buenos resultados y obtiene buenos precios al momento de la cosecha.
La repetida mala experiencia de los pocos productores hortícolas que sobreviven en los alrededores de Sáenz Peña es la consecuencia de la falta de infraestructura. La frágil economía de la mayoría de ellos no les permite realizar inversiones para la construcción de estructuras de cobertura y de represas adecuadas para poder contar con reserva de agua para los meses críticos.
El pronóstico climático que recién en octubre las lluvias se regularizarán, y aumenta la preocupación de los pequeños productores de verduras. En este contexto pesimista hay que recordar que para mayo los meteorólogos advierten que las bajas temperaturas se harán sentir en el centro del Chaco, y está pronosticada la primera helada para mediados del mes patrio.
Fuente: Diario Norte
Martes, 13 de marzo de 2012
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