EE.UU Tras la matanza en el cine, las armas se metieron en la campaña electoral La masacre de Aurora, Colorado, se metió de lleno en la campaña con vista a las presidenciales de noviembre y volvió a marcar diferencias entre el virtual candidato republicano -partidario de no cambiar el status quo armamentista- y Obama. Para Romney, "no es el momento" de plantearse una restricción a la venta de armas y defendió la "Segunda Enmienda" constitucional, cinco días después de la masacre en un cine de Aurora, Colorado.
Desde la Presidencia y a través del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ya se había anticipado que el Gobierno tratará de hacer frente a situaciones como esa "en el marco de las leyes vigentes".
El republicano generó la polémica al asegurar que por ahora lo que se debe hacer es "ofrecer consuelo" a los familiares de las víctimas y esperar otro momento para "hablar de política", aunque sentó posición respecto a que la enmienda "es la manera correcta de preservar y defender" los derechos de los estadounidenses.
La Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos consagra el derecho de los ciudadanos a tener y portar armas, pero la frecuencia creciente de masacres como la de Aurora -esta última ocurrida en el marco de las elecciones de noviembre-, hizo que la cuestión retome protagonismo en la agenda política del país.
La matanza del viernes pasado fue perpetrada por un joven de 24 años llamado James Holme, quien asesinó a 12 personas e hirió a otras 58 durante una función de cine.
"Creo firmemente en la Segunda Enmienda y también pienso que ahora, con las emociones exaltadas, no es el momento de hablar sobre cuestiones relacionadas con lo que ocurrió en Aurora", respondió Romney, en una entrevista concedida a la cadena de televisión CNBC.
Obama, en cambio, habló mediante su vocero de la necesidad de que "se protejan los derechos de los ciudadanos estadounidenses recogidos en la Segunda Enmienda y que al mismo tiempo garanticen que las armas no llegan a manos de individuos que no deberían obtenerlas según las leyes actuales".
Romney, sin embargo, insistió en que la aprobación de nuevas leyes "no supondría una diferencia en lo que se refiere a este tipo de tragedias", según informó la agencia de noticias Europa Press.
Y consultado sobre la matanza, recordó que en Aurora ya existen "leyes muy restrictivas" y añadió que el problema "no son las normas", sino las personas que "están trastornadas y hacen cosas impensables, inimaginables e inexplicables".
En tal sentido, el ex gobernador de Massachussetts recordó que cuando él gobernaba ese estado se aprobó allí una ley que limitó la venta de armas diseñadas para disparar rápidamente contra personas a corta distancia.
Esa ley -subrayó Romney- es "una combinación del esfuerzo de quienes estaban a favor de que se ampliasen los derechos de posesión de armas y quienes se oponían" a los mismos y que "trabajaron juntos y realizaron algunos cambios que dieron lugar, creo, a un mejor ambiente para ambos".
"Que una parte imponga algo pese a las objeciones de la otra parte es algo que suele dividir a la nación y no nos ofrece un lugar más seguro y próspero donde vivir", concluyó el republicano.
La masacre de Aurora, pero sobre todo la cuestionada venta de armas casi libre a cualquier ciudadano, se metió de lleno en una campaña electoral donde parecen radicalizarse cada vez más las posiciones de uno y otro candidato.
Miércoles, 25 de julio de 2012
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