Interior: Preocupan los efectos de la sequía La salida de los campos de los productores de agricultura familiar “es un sangrado permanente” “La emigración de los productores de agricultura familiar hacia la zona urbana es un sangrado permanente”, afirma el ingeniero Jorge Sartor, desde su función de referente en el Chaco de la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación.
SAENZ PEÑA (Agencia) - La afirmación del profesional de la agronomía, que tiene la responsabilidad desde 1998 de aplicar en la provincia los programas nacionales para el productor pequeño y familiar, encuentra coincidencia con las apreciaciones de varias entidades que defienden los intereses agropecuarios y que insisten en que las condiciones para la vida en la zona rural continua sacando gente de los campos. La búsqueda de otras posibilidades de vida en el área urbana puede tener dos motivaciones: falta de obras de infraestructura que permitan asegurar la producción, especialmente a los pequeños productores, y la sucesión de años con situaciones climáticas adversas que quiebran la economía del colono.
“A la imposibilidad que tienen muchos de asegurar el éxito de una campaña por situaciones ajenas al control del hombre, se suma también la presión que ejercen los grandes para comprarles o alquilarles la tierra a los productores familiares”, añadió Sartor. “Como varios de esos productores de escala mediana o pequeña no pueden soportar la pérdida de una campaña, para la siguiente siembra alquilarán sus campos y ese chacarero no vuelve nunca más a trabajar su tierra, porque pierde su capacidad productiva, sus herramientas y queda fuera del sistema. Esa realidad es grave porque el productor que tiene cien hectáreas deja de producir alimentos, deja de ser productor”, sentenció.
Proyectos integrales
El Chaco es un territorio que históricamente soporta fenómeno climáticos adversos: existen los períodos de sequía y también los de inundaciones, pocos son los años ideales que se cuentan. “En el hoy tenemos que darnos cuenta de la necesidad de generar un proyecto integral, no podemos seguir trabajando en solucionar el problema nada más”, criticó el ingeniero Jorge Sartor, representante en la provincia de la Subsecretaría de Agricultura de la Nación.
En este punto, el funcionario no dejó de destacar que “todo lo que se realizó hasta ahora, como las represas o los molinos, fueron acciones más que positivas, pero lamentablemente esas obras solas no solucionan el problema actual que estamos padeciendo: la sequía”. “Eso se soluciona con la implementación de políticas mucho más integrales”, refirió el profesional que tiene varios años de trabajo en el Chaco.
Por proyectos integrales, el profesional de la agronomía entiende aquellos que “al momento de la planificación tienen en cuenta todos los aspectos de la producción primaria, desde el manejo del agua hasta la comercialización de los productos obtenidos del trabajo en el campo”.
Superar la etapa de los noventa
La vigencia de varios programas que se generan en distintas áreas de los estados nacional, provincial y municipal, en la general de la ley “van cada uno por su lado y finalmente no alcanzan los objetivos”, critican los mismos productores del departamento Comandante Fernández, que desde finales del año pasado son parte de una mesa de gestión que pretende unificar las acciones en el distrito del centro chaqueño.
En este sentido, el referente provincial de la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación reconoció que “existen los programas con kioscos, dónde cada uno baja y cree que el ombligo del Mundo”. “Nosotros desde hace tiempo venimos insistiendo en que en los territorios se deben coordinar las acciones con los gobiernos nacional, provincial y municipal, incorporando a las organizaciones de productores; si no actuamos coordinadamente, la crisis se acrecentará y arrastrará a todos los productores familiares”, sintetizó.
“Tenemos que discutir propuestas propias que defiendan al productor de pequeña escala de las imposiciones de las multinacionales”, reclamó Sartor.
Trescientas represas
Desde la presencia del estado nacional, en la aplicación de programas destinados a la asistencia del productor de pequeña escala, se construyeron en el Chaco, para aliviar el grave problema del agua, trescientas represas. Las obras se ejecutaron en los distintos momentos que atravesó la estructura nacional, con políticas que se fueron concretando desde el tiempo del Programa Social Agropecuario y hasta la actual Subsecretaría de Agricultura Familiar. “Hasta ahora se construyeron trescientos reservorios y la misma cantidad de perforaciones, y los productores que tienen las represas son los que hoy se diferencian del resto porque el agua de lluvia es la única que sirve ya que la que se puede obtener del subsuelo no tiene la mejor calidad para producir”, acotó Jorge Sartor.
Dependiendo la zona de la provincia, las represas son comunitarias o particulares. “En algunos departamentos, como por ejemplo el Quitilipi, los productores están muy cerca unos de otros y, en consecuencia, un reservorio con las dimensiones óptimas puede beneficiar a varios vecinos; en el departamento Güemes la realidad es otra, los campesinos están muy alejados entre ellos y una obra comunitaria sería inútil, en ese distrito las represas deben ser individuales”, detalló.
Fuente: Diario Norte
Jueves, 5 de abril de 2012
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