Economia Rousseff: "Brasil puede decir a países ricos que no quiere su dinero" Dilma Rousseff aseguró que la situación actual del país le permite tomar esa postura. La mandataria dijo que ése fue el planteo que le hizo a la canciller alemana Ángela Merkel durante la visita al país europeo que realizó hace dos semanas.
"Brasil está en una situación ahora en la que podemos decirle a
los países ricos que no queremos su dinero", dijo Rousseff en
declaraciones que divulga hoy la revista semanal "Veja".
"Quise dejar claro que Brasil no quiere más ser visto como
destinatario de capital especulativo o solamente como mercado
consumidor de los productos que ellos exportan", precisó Rousseff.
Negó asimismo versiones de prensa que sugirieron en su momento que
durante su estadía en el país germano intentó "darle lecciones a
Alemania". "No hubo nada de eso", aseveró.
Rousseff manifestó su desacuerdo con la visión del presidente del
Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien considera que hay
que "poner a funcionar la maquinita de hacer dinero" para superar la
crisis económica.
"Cuando el compañero Mario Draghi dice 'vamos a poner la maquinita
de hacer dinero a trabajar' está inundando los mercados con dinero.
Brasil no puede quedar paralizado ante eso. Tenemos que reaccionar,
lo que es muy diferente al proteccionismo", aclaró.
La aclaración se refiere a sus propias declaraciones en Alemania,
en las que criticó el "tsunami monetario" desatado por los países
desarrollados contra la crisis, originado con la inyección en el
sector bancario, por parte del BCE, de algo más de un billón de euros
desde diciembre.
En opinión de Rousseff, la expansión de la masa monetaria lleva "a
la devaluación artificial", lo que la convierte en "una forma de
proteccionismo".
En relación al intercambio comercial con China, Rousseff afirmó
que el país asiático podrá pasar de ser una amenaza para Brasil, para
convertirse en oportunidades de mercado para los productos
industriales brasileños.
"Los líderes de China no ocultan que no pueden seguir siendo
negligentes con el mercado consumidor interno. Ellos están cambiando
su foco aceleradamente para atender las demandas de su mercado
interno. De (ser una) amenaza, China puede convertirse en oportunidad
de mercado para las exportaciones brasileñas de manufacturados",
evaluó.
En otro orden, la presidenta se refirió al legado que pretende
dejar cuando concluya su gobierno, y que está vinculado a la
transparencia estatal.
"Durante el tiempo en que ostentaré la Presidencia haré mi parte,
que es dotar al Estado de procesos transparentes en el que las
mejores prácticas sean identificadas, premiadas y adoptadas más
ampliamente. Ese será mi legado. Nuestro compromiso es con la
eficiencia, la meritocracia y el profesionalismo", subrayó.
Sábado, 24 de marzo de 2012
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