Saenz Peña “El uso excesivo de alcohol en los jóvenes obliga a un nuevo acuerdo entre los adultos” “El uso excesivo de alcohol puede terminar en una dependencia, pero el problema de hoy es si el joven sigue viviendo, si sobrevive a un accidente que pueda protagonizar en el lapso que consume en exceso alguna bebida”, consideró Aldo Dománico.
El consumo de alcohol está considerado como una de las adicciones más frecuentes, aunque socialmente se observe con preocupación el consumo de otras sustancias. “En nuestra provincia la adicción más frecuente es al alcohol y provoca intranquilidad la alta tolerancia familiar y social que existe sobre el consumo de alcohol, especialmente en poblaciones jóvenes”, comentó Gloria Reyero, directora de Salud Mental de la provincia.
En este contexto, con la visita del equipo del Ministerio de Salud de la Nación, el responsable de coordinar el programa que busca prevenir el uso excesivo de alcohol, acotó que “el mayor problema no lo tenemos con el alcoholismo que es la fase de dependencia”. “El problema es con las personas que hacen uso excesivo del consumo de bebidas alcohólicas en algún momento de la semana, lapso en el que hay un excesivo descontrol y la fiesta pasó a ser reviente nada más”, definió Dománico.
Responsabilidad adulta
En el caso del consumo de alcohol en los mayores de dieciocho años se entiende que “es parte de la cultura” pero el tema es cómo hacer un uso responsable de las bebidas que lo contienen. “Debemos entender que los adultos somos los responsables de lo que están viviendo los adolescentes y jóvenes y muchos mayores pueden pensar que todo esto es un tanto exagerado, que ellos también se emborracharon en alguna ocasión pero el problema está en que no están tomando en consideración las profundas raíces del cambio”, señaló.
Al respecto consideró que “referirnos a esto no es lo mismo que afirmar que los jóvenes beben por irresponsabilidad sino hablar en forma realista, ya que este modo de comportamiento es responsabilidad directa de los adultos significativos”. Así agregó: “En el modelo de generaciones anteriores, la persona salía para divertirse y, en alguna ocasión, se le podía ir la mano con el alcohol pero la actual generación, los adolescentes de ahora, se caracterizan por la consideración del consumo excesivo de alcohol no tanto como un medio, sino como un fin en sí mismo: muchos salen para beber y quebrarse”.
El hábito del fin de semana
La extensión de nuevos hábitos de consumo abusivo de alcohol entre adolescentes y jóvenes caracterizados como consumo de fin de semana, asociado al ocio y la ingesta de grandes cantidades de alcohol en poco espacio de tiempo, debe ser motivo de preocupación para todos los grupos de interés implicados: administraciones públicas, empresas productoras y distribuidoras del sector, familias, instituciones educativas y, en general, toda la sociedad. Se nota un uso excesivo episódico los fines de semana o en momentos de fiesta, con patrones de consumo cambiados ya que las bebidas destiladas reemplazaron a los tradicionales aperitivos y los espacios de diversión no tienen medida.
Abuso mortal
“El concepto de la diversión con alcohol tiene cientos de años de antigüedad pero no siempre tuvo el nivel de morbilidad que está teniendo en estos momentos”, refirió con crudeza el coordinador nacional del programa de prevención del uso excesivo de alcohol.
Detalló Aldo Doménico que el “nunca el alcohol había estado tan directamente relacionado con el alto número de accidentes de tránsito, de violencia o contagio de enfermedades de transmisión sexual”. “Esta realidad hace que la sociedad arme otro acuerdo, especialmente de adultos con adultos, porque los jóvenes padecen esa situación”, sentenció.
“La juventud cree que se divierte pero en realidad padece, el debate debe ser entre los adultos que somos los que enviamos el mensaje y somos los que seguimos teniendo el mayor consumo. Cuando digo adultos me refiero al Estado nacional, provincial y municipal, además de los referentes de cada uno de esos jóvenes”, resumió Dománico. “Cuando los adolescentes y jóvenes no tienen espacios alternativos para combatir el ocio, van a caer en redes de otros adultos que hacen negocios”, concluyó el profesional.
Fuente:Diario Norte
Miércoles, 21 de marzo de 2012
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