Gran Conjunto de Radiotelescopios de Atacama ALMA, el mayor proyecto astronómico terrestre comienza a mirar al Universo Después de más de una década de desarrollo, el Gran Conjunto de Radiotelescopios de Atacama (ALMA, por sus siglas en inglés). El más ambicioso proyecto de astronomía terrestre que aún está en construcción en el desierto del norte de Chile, inició sus operaciones observando con una nitidez inigualable dos galaxias en colisión.
La observación fue realizada en una etapa de prueba por 12 de las 66 antenas interconectadas que comprende el megaproyecto, emplazado en el Llano Chajnantor, a unos 5.000 metros de altura, en el desierto de Atacama, cuando aún restan dos años de construcción.
El lugar -de una sequedad extrema- ofrece las mejores condiciones para la radioastronomía, que explora el Universo a través de las ondas radiales que emiten galaxias, estrellas y otros cuerpos, no captadas por los telescopios ópticos e infrarrojos que perciben sólo la luz visible.
ALMA capta longitudes de onda milimétricas y submilimétricas, unas 1.000 veces más largas que las longitudes de onda de luz visible, lo que le permite ver a través de las densas nubes de polvo cósmico y gas donde se forman estrellas y planetas, así como objetos muy distantes en el Universo.
‘Hemos estado esperando mucho tiempo para llegar al punto de que ALMA sea capaz de hacer ciencia. Ha sido un camino largo, pero todas las partes que necesitábamos para construir este telescopio por fin se unieron y ya tenemos los primeros resultados‘, dijo a la AFP Richard Hills, jefe de proyectos científicos de ALMA.
‘Los resultados son realmente mejores de lo que podíamos esperar. Son perfectamente claros, no hay nada de desorden en los datos; se obtuvieron exactamente tal y como esperábamos y nos muestran qué está pasando dentro de estas galaxias que estábamos buscando‘, agregó Hills en la base de operaciones del proyecto, ubicada a unos 2.900 metros de altura.
La primera imagen revelada por ALMA corresponde a las Galaxias de las Antenas, un dúo de galaxias en colisión, ubicadas en la constelación de Corvus y descubiertas en 1785.
‘Este tipo de observaciones serán vitales para ayudarnos a comprender cómo las colisiones de galaxias pueden provocar el nacimiento de estrellas. Este es sólo un ejemplo de cómo ALMA revela partes del Universo que no pueden ser observadas por los telescopios ópticos e infrarrojos‘, señaló un comunicado oficial de la organización.
Se espera que el proyecto esté finalizado en 2013, cuando las 66 antenas funcionarán como un solo gran telescopio, con una resolución 10 veces superior al telescopio espacial Hubble.
Hoy, en el Llano Chajnantor, donde la altura dificulta el caminar y la respiración, están ubicadas 20 antenas, algunas de ellas aún por instalar. Sus enormes paneles se mueven de forma coordinada, operados a distancia, en un asombroso espectáculo tecnológico en medio del desierto más árido del mundo.
‘Cada antena por si sola es muy precisa, pero todas juntas equivalen a una antena mucho más grande. Las antenas se pueden instalar en un radio de 150 metros, que es muy preciso, o en un radio de 15 km, que equivale a una antena de 15 km de diámetro. Entonces, logro ver mucho más lejos y más preciso‘, explicó a la AFP Martin Mündnich, ingeniero mecánico de antenas.
Para trasladar las antenas, de 12 metros de diámetro, fue necesario desarrollar un vehículo especial, de 14 ruedas, capaz de levantarlas sin dañarlas. Una vez sobre los 5.000 metros, se debe tener especial cuidado con el polvo, el viento y la temperatura, que pasan de los 30 grados en el día a 15 o 20 bajo cero en la noche.
‘Chajnantor es un lugar espectacular. Es muy seco y no tenemos humedad en la atmosfera. Para las frecuencias que necesitamos observar, la humedad es lo más problemático. A veces, hemos visto en Chajnantor que el nivel de humedad sobre la cabeza de la antena es de 0, es decir, entre la antena y la estrella no hay nada de agua, algo espectacular que solo tenemos acá en todo el mundo‘, agregó Mündnich.
El conjunto de radiotelescopios es el primer proyecto astronómico en el que participan Europa, Estados Unidos y Japón, en cooperación con Chile.
El programa tiene un presupuesto estimado de unos 600 millones de dólares, financiado prioritariamente por la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral y la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Es un proyecto esperado por la comunidad científica. Para la primera etapa, se recibieron unas 900 peticiones de observación, de las cuales se escogieron un centenar de los mejores proyectos, que ‘cubren un amplio rango de temas, desde estrellas, galaxias, planetas, cometas o distintos objetos‘, según Hills.
‘En todos los casos será posible usar las capacidades únicas de ALMA para observar estos objetos por primera vez‘, agregó el jefe de proyectos científicos.
‘Existen similares tipos de instrumentos o telescopios en el mundo, pero ALMA es entre 10 y 100 veces más poderoso que los otros. Con 16 antenas (ya en operación) somos tan poderosos como los instrumentos que existen ahora‘, señaló por su parte Lars Nyman, jefe de operaciones científicas.
Las metas de ALMA son ambiciosas. ‘Deberíamos poder ver la formación de las primeras galaxias en el Universo‘, aseguró Nyman.
Fuente: Diario Norte
Lunes, 3 de octubre de 2011
|