Espectáculos Cantilo: "Cuanto menos lucha haya en mi vida, mejor"
La cantante acaba de editar Superamor, un álbum que hizo sin la presión ni el respaldo de una compañía discográfica.
Desde hace un tiempo viene tomando decisiones, pero no esas de todos los días, las que uno toma casi sin pensar, sino de las otras. Decisiones de las grandes, de las que modifican, de las que implican un riesgo.
En el '92 alternaba escenarios cantando ocasionalmente con Los Twist y Charly García, hasta que se dio cuenta que no daba más y ella, Fabiana Cantilo, la dama del rock, se bajó del tren y optó por empezar un cambio de vida, quizás más espiritual, menos narcótico, más diurno.
Hace unos años, después de llorar a mares, descubrió que podía estar sola, que podía llevarse bien con su intimidad, con sus silencios, sus tiempos, su propio pulso.
Y la última gran decisión tuvo que ver con la salida de Superamor, su último disco. No más compañías, no más presiones ni corridas. Un productor –Lisandro Aristimuño– varios encuentros con él, 12 canciones íntimas, intensas y la tranquilidad de salir a mostrarlas y tocarlas sin tener que cumplir con algo más que el propio deseo.
"Superamor no está pensado para vender ni nada, es muy libre", dice Cantilo en diálogo con Tiempo Argentino, sentada en el piso del living del departamento de su mamá. "Estoy re copada", agrega y reitera la satisfacción de hacer un trabajo sin exigencias, a puro corazón y sensibilidad.
Ella quería "ver cómo era esto" de ser independiente, de vender el disco por Internet (se consigue en Tienda La Nube a través del sitio ) y de evitar "la máquina de hacer chorizos" que muchas veces implica la industria discográfica.
"Se terminó el contrato con Sony (el último disco ahí fue Ahora, de 2011) y me arriesgué. Por ahí no hay tanta rotación en la radio, pero yo lo disfruto. Capaz dentro de un mes me quiero matar, no sé (risas). Pero siento que ahora es todo con calidad, tomándose el tiempo para dedicarle a cada cosa", explica Fabi.
–¿Esta decisión también tuvo que ver con un parar la moto personal? –Sí. Si no estaba tranquila, no me hubiese animado. Desde que nací, yo cambio, cambio y cambio. Voy en la búsqueda de la iluminación, de ser mejor persona, de ser feliz, supongo. Y la felicidad viene con la paz, no hay otra vuelta, entonces sigo aprendiendo. Ahora que estoy mucho más tranquila, tengo como una estabilidad hace varios años ya, entonces pensás todo diferente.
–¿Estás atenta a preguntarte sobre lo que te está o no haciendo feliz? -Obvio, y descubrí la tranquilidad. La cosa apurada ya no me gusta. Me tomo mi tiempo y si no lo tengo, a menos que sea un show, no lo hago. Porque en el apuro no puedo pensar. Hace un par de años ya que me pasa esto.
–Desde que arrancaste, tuviste una carrera muy vertiginosa. –Sí, y estaba buenísimo todo, pero ahora quiero bajar. Me hace mal al cuerpo. Sigo siendo acelerada, pero un poco me terminó cansando. Me tomé un año para hacer el disco. Fue reunirnos dos veces por semana con Lisandro. Y así y todo sigo siendo acelerada. Hoy creo que, cuanto menos lucha haya en mi vida, mejor. Me pasó en el '98 con el disco ¿De qué se ríen?, el primero con todos mis temas. Lo corrí al productor que era muy comercial, lo puse a Ulises Butrón, muchos no estaban de acuerdo y al final se me puso toda la prensa en contra. Pienso que hubo una cosa rara. Pero lo hice igual, era el último disco con Warner. Nunca hice mucho caso, así que eran unas peleas… Y para dejar de pelear, cuando terminé con Sony dije: "Este es el momento" y con lo que iba ganando iba pagando el disco.
–¿Te acordás cómo eras de chica; muy inquieta también? –Sí. Parece que a los dos años ya iba al jardín de infantes porque hablaba y caminaba igual que ahora. A los siete años ya tocaba. Fabi se sirve otro café y se acomoda en el sillón. Se despide de su mamá, una elegante mujer, culta, amante de las películas de guerra, con una biblioteca que exhibe con pasión, como también sus poesías. La hija la despide, siempre tratándola de usted y dice orgullosa: "Se va a su clase de literatura."
Cantilo retoma la charla desde su propia reflexión: "Los problemas emocionales que tuve, y que ahora se están solucionando, tienen que ver con que no podía estar sola. Y ahora pude. Mi talón de Aquiles eran mis parejas, siempre estaba sufriendo por alguna cosa.
–¿Cómo te diste cuenta de que podías estar sola? –Tuve un novio con el que sufrí tanto, tanto, tanto, que creo que de arriba me tiraron un hueso. Yo hace 15 años que voy a los grupos (de rehabilitación); no es de ahora. Sí creo que hoy logré otra estabilidad, pero hace 15 años que estoy en recuperación, con mis recaídas.
–¿Siempre por propia decisión? –Siempre, yo desde el '92 que estuve con Los Twist y Charly me bajé porque era too much. Ahí empecé a querer rehabilitarme, pero los fines de semana me iba al carajo. Era dos personas, una la que estudiaba y hacía ejercicios, y otra la que salía los fines de semana. Así fue por años, hasta que entré en los grupos y empecé a entender. Fueron dos años de demencia entre tanto escenario, y después empecé a querer parar y no podía. Por eso es muy importante decirle a la gente que solos no sé si se puede. Hay que pedir ayuda, y ahí aprendés toda otra forma de vida.
–¿Tenías antes algún tipo de prejuicio con los grupos? –No, me daba fiaca. Tuve dos internaciones, pero yo era muy rebelde y llega un momento que el más rebelde es el que más se jode. Después decís: "¡Qué boluda! ¿Cómo no me di cuenta antes de toda esta maravillosa vida, que puedo estar sola y sin ningún tipo de sustancia que me altere para estar mejor?" Si quiero estar mejor, voy a correr al bosque. La sensibilidad y la inteligencia te pueden jugar a favor o en contra, pero cuando te empieza a jugar a favor uno se rehabilita. La soberbia y la terquedad también te juegan en contra. Yo puedo contar el cuento y puedo pasar el mensaje. Vine a este mundo a cantar y ayudar a los que vienen atrás de mí, ahora que ya estoy estable. Cualquier cosa que me pasa, yo sé que todo pasa y que es sólo por hoy.
–Aprendiste a relativizar ciertas cosas. –Sí, es lo que vemos en los grupos: si no relativizás te vas al carajo con la emoción. Todo hay que relativizar. ¡Si no se sabe lo que va a pasar mañana! Es una hora que estás sentado, en silencio, escuchando los problemas de los demás y hablás cinco minutos si querés. Eso es un milagro porque es como meditar. Yo soy hiperkinética, por eso necesito tanta paz.
–¿Y cómo te llevas con el escuchar? –Me llevo bien, aunque no lo crean. Voy y es como un relax. Porque al no poder hablar, bajás. Principios budistas, cristianos de Cristo, no de la iglesia, correrse del ego, escuchar al otro.
–¿El ego se te puso muchas veces en primer plano? –Todo el tiempo, pero no sabía que era egocéntrica hasta que lo descubrí en los grupos. Ahí ves la soberbia, la dependencia, el apego. Todo lo tratás ahí; no es que sólo te dejás de drogar. Yo lo recomiendo de acá a la China y además es gratis. La edad me sirvió para poder aplacarme.
LA PRESENTACIóN EN VIVO DEL NUEVO DISCO
Fabiana Cantilo presenta su disco Superamor el sábado 15 de agosto a las 21 en la sala La Ballena Azul, del Centro Cultural Kirchner, Sarmiento 151. Entrada libre y gratuita. Info:
Cine, danza... y gatas
Además del grupo al que asiste, Fabi dice que otro de sus cables a tierra es el cine: "Todas las noches veo una película. Ahora estoy mirando toda la filmografía del actor Jim Sturgges. Empecé a ver todas las que hace y son geniales, ninguna es pochoclera, todas te dejan algo."
Y agrega: "También tomo clases de danza, me cuido un montón, voy a médicos por mi espalda, meditación, psicóloga. Estoy mucho con mis tres gatas con las que vivo, les dedico mucho tiempo. Voy al taller de mi papá a hacer escultura y pintura, aunque ahora no estoy yendo."
–Pareciera que no hay muchas productoras mujeres ¿No se te da por producir? –Quizás, si tengo ganas, empiece a hacerlo. Ahora no. Pero sé cómo hacerlo. Recién ahora me estoy dando cuenta que sé. Hoy no sé si tengo la paciencia, algo que Lisandro tiene un montón porque a mí hay que aguantarme (risas).
Piscis-Escorpio, Escorpio-Piscis
-Fabi, ¿por qué Lisandro? -Porque lo amo, porque es un divino. Me encanta su música, de lo nuevo me parece que es lo mejor. Hace mucho tiempo que lo sigo y él a mí. Una vez me llamó, hace un tiempo, hasta que un día dije "¿Por qué no?" Y le pregunté. Estuvo dos días pensandolo y todo bien. Lisandro y yo tenemos el mismo gusto musical, aunque él es menos rockero, así que los toques pop y rock se los di yo.
-¿Y cómo fue la relación personal, con la confianza que hay que tener para dejarte producir? -Nos cuidamos un montón, porque solo nos veíamos en las sesiones. Yo no salgo de noche, así que no salimos ni a festejar. Lisandro inclusive se cuidaba de no tomar una cerveza conmigo. Yo a mi entorno lo cuido mucho; puedo ir a cualquier lado y no me pasa nada, pero en general prefiero que me acompañen con un cafecito, con un té y él me respetó eso, así que era todo muy tranqui. Somos bastante parecidos. En un punto, él es como mi versión tranquila pero a la vez tiene mucha personalidad. Si bien es muy callado… yo soy Piscis-Escorpio y él es Escorpio –Piscis. Es un escorpiano heavy, no es light. Es callado y tímido, pero cuando te dice "Quiero esto" es ok. Es súper profesional, serio, muy inspirado. Y además de productor es arreglador. Hizo todo: arreglos y la producción. No nos vemos mucho, pero estamos todos los días mensajeándonos. Yo le pasé a él mis inquietudes espirituales, pero en realidad el que me paraba era él; me ponía mucho límite. Yo soy mucho de hablar, pero él se ponía a laburar y podía pasar un circo que ni se enteraba. Todas las discusiones que hemos tenido fueron muy pasionales, cada uno con su estilo (risas). A mí me falta paciencia, pero es lo que estoy adquiriendo con toda esta vida de paz y sin ninguna sustancia que me altere el cerebro. Yo ya nací alterada.
Fuente: Infonews
Viernes, 31 de julio de 2015
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