UEFA Champions League Real Madrid igualó 1 a 1 con CSKA Moscú en la ida de los octavos Real Madrid empató 1 a 1 con CSKA Moscú por la ida de los octavos de final de la Champions League. Los goles fueron marcados por Cristiano Ronaldo y por Wernbloom en el minuto 92. Gonzalo Higuaín ingresó por Karim Benzema al retirarse éste por lesión.
El Madrid vuelve a evidenciar sus carencias en la defensa del balón parado, que permite al CSKA empatar en el descuento. Los blancos no sentenciaron un partido que un gol de Cristiano había encarrilado antes de la media hora.
El Real Madrid tendrá que refrendar en el Bernabéu su pase a cuartos de la Champions. Lo tuvo encauzado hasta el minuto 92, cuando Wernbloom cazó un rechace en otra jugada a balón parado pésimamente defendida por los blancos, y van ya unas cuantas esta temporada. Un gol que alimenta la esperanza del CSKA, al tiempo que castiga la falta de instinto asesino de un Madrid que siempre creyó suficiente el gol de Cristiano.
Antes que en ese minuto 92, las malas noticias para el Madrid se concentraron en el primer cuarto de hora. Schennikov aprovechó su ventaja de tracción sobre Arbeloa para ganarle la posición y poner un buen balón que Dzagoev no mandó muy lejos de Casillas.
El primer disparo a puerta de los blancos llegó en el minuto 13. Lo ejecutó Benzema, sin peligro para la meta local, pero tremendamente dañino para su abductor. El delantero francés quedó tendido en el suelo tras el remate y, dos minutos después, desapareció del partido.
Sin embargo, el disgusto del Madrid encerraba premio. Es lo que tiene disponer de una plantilla tan lujosa. Salió al terreno de juego Higuaín, que en un minuto tuvo el balón del 0-1.
Ni él ni Khedira pudieron en esa ocasión con Chepchugov, pero la jugada apuntó un cambio de tendencia en el juego. El Madrid empezaba a encontrar con más facilidad la salida desde la cueva, con Xabi entre los centrales, o tirado a la izquierda.
Khedira, su compañero en la sala de máquinas, presumía de pulmones. Pese a todo, al Madrid le costaba hilar el juego como en otras ocasiones. Callejón no aporta paciencia, precisamente, y a Özil y Cristiano les vigilaba medio Ejército ruso.
El gol llegó cuando Ronaldo decidió menear el árbol y probar por la derecha. Antes, percutió bien por esa banda, pero su centro, al primer palo, no fue bien leído por Higuaín y Callejón.
El Pipa siguió con la vista fija en el balón, hasta que lo robó, un minuto después. La pelota acabó en poder de Coentrao, que lanzó un globo blando y sin veneno, hasta que Tosic pifió el despeje. Cristiano no le hizo un feo al regalo y disparó, con la zurda, a ras de césped. Un gran gesto técnico que tuvo el premio del gol.
Con una hora por delante, el Madrid ya había hecho la parte más complicada del trabajo. Pero la tarea nunca fue cómoda. En especial para Coentrao, que volvió a firmar una actuación gris.
No sólo no ataca como Marcelo, sino que siembra dudas sobre su superioridad como defensa. Tanto Musa como Oliseh dejaron en evidencia que no se trata del nuevo Maldini, por mucho que Mourinho se empeñe en darle los partidos más crudos.
Quizá el Madrid pueda acabar lamentando no haber matado la eliminatoria en Moscú. Pudo hacerlo en dos ocasiones de Callejón, que volvió a mostrar menos filo como titular que cuando acude como refresco, y en otro par de ellas Cristiano, que fue siempre una amenaza para la débil zaga rusa.
Pero el Madrid no se desató en busca del 0-2. Dio la impresión de no querer hacerlo, de jugar con el freno de mano echado. Se arropó, pensando en el partido de vuelta, y permitió a su rival, pese a una alarmante falta de ritmo, acabar el partido en el área de Casillas.
El Madrid sobrevivió amparado en la pujanza de Pepe, que ganó todos los retos que se le plantearon. Todos menos el último. Descuento, balón colgado y hasta dos toques de jugadores del CSKA en área madridista antes del remate definitivo de Wernbloom.
Una jugada mal gestionada por la defensa blanca, que penalizó un partido que el Madrid quiso sacar adelante con la frialdad del profesional. Quizá demasiada.
Fuente: Marca
Miércoles, 22 de febrero de 2012
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