Mundo Así quedó el Costa Concordia luego de ser reflotado
El estado del crucero que naufragó en 2012 quedó a la vista luego de la maratónica operación realizada en Italia para enderezarlo. Intentan encontrar el cuerpo de una pasajera y el de un tripulante.
El Costa Concordia, el gigantesco crucero que el 13 de enero de 2012 naufragó y causó la muerte de 32 personas, ya está enderezado tras una operación de ingeniería sin precedentes que duró 19 horas, pero ahora el problema es cómo será reflotado y dónde será trasladado para su desguace.
Con un toque de sirenas a las 04 de la madrugada hora italiana, se anunció que la operación había sido un éxito, a pesar de que duró algunas horas más de lo previsto.
La mole de 44.600 toneladas, 290 metros de longitud y 17 pisos de altura ya descansa en posición vertical sobre la plataforma submarina que había sido construida los meses anteriores.
El llamado "parbuckling", el término técnico con el que se conoce esta operación de enderezamiento, fue puesto en marcha por la sociedad estadounidense Titan Salvage y la italiana Micoperi, empleó a 500 personas y tuvo un costo de 600 millones de euros para la naviera Costa Cruceros, propietaria del Costa Concordia.
Del mar de la isla del Giglio, donde el crucero encalló tras una mala maniobra del capitán Francesco Schettino, acusado ahora de homicidio y abandono del barco, resurgió la otra parte del casco, completamente deformada y abollada al haber quedado aplastada durante 20 meses contra los escollos.
Durante 10 horas, gatos hidráulicos tensaron los cables de acero unidos a la parte superior de los cajones y de las plataformas instalados a babor del casco para levantarlo, mientras que otros cables, conectados a 13 torretas construidas a estribor daban equilibrio al barco.
Los momentos más inciertos y que hicieron retrasar los trabajos fueron durante las primeras horas, cuando el crucero tenía que desencallar, separarse de las rocas del fondo y empezar a enderezarse.
Otra de las grandes preocupaciones, sobre todo para los habitantes del Giglio, era el posible impacto medioambiental que podría tener el enderezamiento de la nave, pero la presidenta del Observatorio Medioambiental, Maria Sargentini, comunicó que no se produjeron vertidos y que no habrá ninguna "bomba ecológica".
"Siento alivio y estoy orgulloso de mi equipo", fueron las primeras palabras del director de las operaciones, el ingeniero sudafricano Nick Sloane, de 52 años, el cerebro de esta operación y que finalmente apareció ante los medios de comunicación tras permanecer las 19 horas encerrado en la sala de control.
Tras celebrar el éxito, uno de los responsables de la operación, el ingeniero italiano Sergio Girotto y el comisario extraordinario para la emergencia del Costa Concordia y jefe de la Protección Civil italiana, Franco Gabrielli, se acercaron al fantasmagórico crucero para comprobar su estado.
La preocupación se concentra ahora en el lado estribor del casco ya que, aunque no hay fracturas, se encuentra bastante deformado y esto añadirá dificultad a la instalación de los 15 cajones (flotadores-estabilizadores), iguales a los ya instalados a babor, que servirán para reflotar el barco.
Cuando ya estén instalados, gracias a un sistema neumático que vaciara el agua de forma gradual del interior de estos flotadores, se dará el empuje para reflotar el barco y poder trasladarlo.
Gabrielli aseguró que tras la primera inspección de este martes el estado del barco es mejor de lo que esperaban aunque "aún hay mucho que hacer".
El responsable de la Protección Civil confirmó que el barco no se moverá del Giglio hasta la próxima primavera y que aún siguen buscando un puerto, no demasiado lejano, capaz de acoger el enorme crucero para su desguace y no todos están preparados.
Para Gabrielli es además prioritaria la búsqueda de los cuerpos la pasajera Maria Grazia Trecarichi y el tripulante Russel Rebelli, que aún no fueron recuperados.
Fuente: Minutouno
Martes, 17 de septiembre de 2013
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