Insistió con reconstruir la confianza en los mercados Advertencia del BCE a países que quieran abandonar la Eurozona El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, advirtió a los países de la Eurozona más afectados por la crisis de deuda soberana del alto riesgo de abandonar el euro. Sostuvo durante una entrevista con el periódico Financial Times que de tomar esa decisión estarían expuestos a una gran inflación.
En su primera entrevista desde que asumió el cargo, Draghi sostiene que la marcha de la unión monetaria desestabilizaría las finanzas de esos países, mientras que igualmente se verían obligados a aplicar medidas de ajuste presupuestario, pero desde "una posición mucho más débil".
Según Draghi, que asumió las riendas del BCE en noviembre, la ruptura de la Eurozona tendría también consecuencias impredecibles para los Estados que se quedaran, ya que la normativa europea habría sido quebrantada "y nunca se sabe cómo puede acabar".
Los países que se marcharan se enfrentarían a una "gran inflación" al tiempo que no podrían eludir las reformas estructurales exigidas.
Como medidas para combatir la crisis, Draghi destaca los esfuerzos del BCE por respaldar a los bancos de la región, como con la recién anunciada concesión de préstamos por tres años en condiciones más flexibles.
No obstante, considera que corresponde a los políticos reconstruir la confianza en las finanzas públicas en Europa con una mayor disciplina fiscal y haciendo que el Fondo europeo de estabilidad financiera sea "totalmente operativo".
El BCE podría actuar entonces como agente del Fondo en operaciones en los mercados financieros a partir de enero, a fin de acelerar su puesta en marcha, declaró el presidente, y confió en que las reservas de la entidad pueda ampliarse en marzo. "Si se demuestra su utilidad en su actual tamaño, el argumento para su ampliación será mucho más convincente", afirma en la entrevista.
Según periodico, Draghi se mostró cauto a la hora de valorar el programa de compra de bonos gubernamentales del BCE, por el que el banco ha adquirido unos 200.000 millones de euros de deuda de países sobre todo del sur de Europa desde mayo de 2010.
A ese respecto, dijo que "la política monetaria no puede hacerlo todo", y descartó un programa de compra masiva de activos como los que se han aplicado en el Reino Unido y Estados Unidos.
"Lo importante es restaurar la confianza de la gente -de los ciudadanos y de los inversores- en nuestro continente-. No lo conseguiremos destruyendo la credibilidad del BCE", afirmó.
Fuente: Ambito.com
Lunes, 19 de diciembre de 2011
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