Crisis Internacional Europa, sin defensas ante una posible desaparición del euro Los especialistas coinciden en que, más allá de las medidas que puedan tomarse para paliar la situación, si se rompiera la moneda común, los bancos y empresas no podrían resistir el impacto. Las entidades ya evalúan posibles escenarios.
Durante los primeros días de noviembre, algunos economistas e incluso funcionarios europeos vieron como algo posible la salida de Grecia de la Zona Euro. Lo que al principio de la crisis no se ponía en duda, comenzaba a ser un escenario posible.
La salida del Primer Ministro Giorgios Papandreu calmó las aguas en el mercado especulativo, pero de todos modos las empresas y los bancos europeos comenzaron a diseñar estrategias para afrontar esa eventual situación. El objetivo: comprobar qué efecto tendrían en sus fondos, su financiación y su actividad los diferentes escenarios.
Para la economía europea, no es lo mismo que caiga Grecia, que representa apenas un 2 por ciento del PBI de Europa, que Italia. Los escenarios posibles, entonces, son muchos: la suspensión de pagos de alguna de las economías, una división de la Eurozona, una disolución total de la misma, "o un mantenimiento del euro, pero a costa de una mayor disciplina fiscal, lo que también tendrá efecto en las compañías y su potencial de crecimiento", según David Cano, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI), que trabaja en al elaboración de planes para empresas ante diversos escenarios de riesgo.
"Es muy importante que las empresas refuercen ahora sus fondos propios y busquen vías de financiación alternativas al sector bancario, como las salidas a Bolsa, la emisión de bonos o las colocaciones privadas de capital", explica Cano.
El refuerzo de los fondos propios, la diversificación de fuentes de financiación y la colocación repartida de liquidez son algunas de las opciones que evalúan los economistas, pero todas estas medidas de precaución servirían de poco si llegara a producirse una ruptura del sistema monetario único.
“Si se produjera una ruptura de la Zona Euro, estaríamos viviendo un fenómeno de tal magnitud y globalidad que es más que posible que un plan de esas características no pudiera contribuir en nada a remediar el impacto en la economía en general, y dependeríamos de decisiones que se adoptaran en instancias gubernamentales nacionales y europeas", señala el empresario español Santiago Hernández.
Los dos grandes bancos españoles, el Santander y el BBVA, tendrían más probabilidades de salir airosos de una situación como esa, debido a su fuerte posición en América Latina, Estados Unidos y Reino Unido, y a que el patrimonio de sus filiales está en dólares y libras.
En caso de romperse la Eurozona, "no hay una regla única sobre lo que una sociedad debe hacer, la que está endeudada debe actuar de una manera, y la que tiene liquidez, debe pensar en cómo protegerla mejor", añade el analista de AFI. "La excusa de estos ejercicios sirve para detectar algunas flaquezas, como una excesiva concentración en un área, por ejemplo, o confirmar estrategias", analiza.
Domingo, 4 de diciembre de 2011
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