España: A cuatro días de las elecciones Rajoy pidió apoyo a Cataluña para evitar un gobierno tecnócrata El candidato del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, favorito a ganar las elecciones del domingo en España, pidió este miércoles en Cataluña el apoyo de la región para formar un "gobierno fuerte" integrado por políticos y no por los tecnócratas. A escasos cuatro días de los comicios y en plena tormenta financiera en España y Europa en general, el líder del PP volvió a reivindicar la política y se presentó como "solución" a los problemas de los españoles, en uno de los actos más importantes de su campaña.
"Vivimos unos momentos muy difíciles, hay países en Europa que están presididos por personas que ni siquiera se presentaron a las elecciones; pero no creo que haya crisis de la política, que haya que poner tecnócratas, yo creo en los buenos políticos, que han hecho cosas buenas a lo largo de la historia, afirmó Rajoy.
"Hay que cambiar las políticas y los políticos. Con un gobierno de buenos gestores podremos salir adelante", subrayó justo el día en que el Ejecutivo del presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero rebajó las previsiones de crecimiento de 2011 al 0,8%, del 1.3% proyectado inicialmente.
Rajoy fijó, así, su posición frente al debate abierto con la llegada, en medio del caos europeo, de Lucas Papademos al gobierno de Grecia y de Mario Monti a Italia, ambos con amplia experiencia económica y bancaria, y defendó un gobierno con amplio apoyo democrático, como el que él mismo quiere representar.
Y lo hizo ante unos 20.000 simpatizantes de su partido en la norteña comunidad de Cataluña, donde abrió la campaña electoral por primera vez en la historia en busca de la llave para lograr la mayoría absoluta que le auguran los sondeos, que también predicen una histórica derrota del PSOE de Zapatero.
En uno de sus últimos intentos por recuperar terreno, el candidato presidencial del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, hará este jueves un acto en Barcelona en el que se espera intente captar el voto catalán recordando históricas fricciones de una región con apetitos de autodeterminación y hasta de independencia y un partido españolista como el PP.
"Es un momento decisivo, no nos jugamos sólo lo que puede ocurrir en los próximos cuatro años sino en décadas. A lo largo de la historia, Cataluña ha estado a la cabeza de los grandes cambios, por eso quiero que asuman el protagonismo que les corresponde", dijo Rajoy, entre gritos de "presidente, presidente".
"No saldremos de la crisis sin Cataluña y Cataluña no saldrá de la crisis sin el resto", añadió el candidato de la derecha en un polideportivo de la ciudad de Hospitalet, vecina a Barcelona, abarrotado de gente, en el que escaseaban los jóvenes y ondeaban banderas azules de su partido y españolas, en manos de jubilados.
Por tercer día consecutivo, el riesgo país de España volvió a batir récords al escalar hasta los 460 puntos básicos, mientras el resto de países de la zona euro amenazados por la desconfianza mejoraron levemente, aunque Italia, Portugal y Grecia se mantienen en sus máximos niveles.
Ante este panorama, Rajoy recordó que en los comicios del 20 de noviembre hay que "enviar un mensaje a Europa diciendo que en España se van a hacer las cosas bien, que es un gran país, una gran nación, y que haya tenido un gobierno malo no quiere decir nada".
"Cambiamos o seguimos igual, todo lo demás en anecdótico", insistió, antes de prometer que su partido generará las condiciones para crear 5 millones de puestos de trabajo -uno para cada desocupado-, aunque también reconoció que la "tarea por delante es gigantesca" y no tiene la varita mágica o soluciones milagrosas".
Al abrir el acto, el candidato por Barcelona, Jorge Fernández Díaz, dijo que "hace cuatro años Zapatero ganó las elecciones en Cataluña, y este domingo Cataluña le va a dar la victoria al PP en toda España".
Los votos de Cataluña y Andalucía han sido claves para la llegada de Zapatero a La Moncloa en 2004 y su reelección en 2008. Y ambas comunidades son ahora fundamentales para el PP, y su objetivo de conseguir una amplia mayoría absoluta.
Las encuestas pronostican un vuelco en Andalucía a favor del PP, mientras que en Cataluña los resultados son parejos, lo que se traduce en un fuerte retroceso de los socialistas y un avance contundente de los conservadores.
Si bien los socialistas ganarían en porcentaje de votos, con un 30%, pasarían de los actuales 25 diputados a 15, el peor resultado desde 1977.
Por primera vez en la historia, el PP podría superar a los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió (CiU) y situarse como segunda fuerza política, aunque quedaría tercera en número de escaños. Lo significativo es que los conservadores pasarían de los actuales 8 diputados a 12 o 13.
Cataluña vuelve así al escenario del año 2000, cuando le dio la mayoría absoluta al PP de José María Aznar, con 12 diputados.
Pero ahora incluso puede ser más favorable, con lo que este territorio norteño, con un importante cinturón industrial y que más aporta -20%- al PBI de España, habrá dado un histórico giro a la derecha.
Jueves, 17 de noviembre de 2011
|