Espectáculos Creativa puesta en valor de árboles para denunciar la tala urbana indiscriminada Un grupo de mujeres, entre ellas artistas, trabajadoras textiles y ambientalistas, acapararon ayer la atención en la plaza 25 de Mayo, en cercanías de la Casa de las Culturas donde se encuentra un viejo palo borracho.
Allí, en el marco de las acciones de la oenegé Árboles Urbanos, realizaron la segunda de un total de cinco intervenciones textiles del proyecto Portales Arborescentes. Esta acción tiene como una de sus prioridades denunciar las violentas podas y extracciones de los árboles de la ciudad.
Esta propuesta es generada por un colectivo de mujeres preocupadas por la numerosa pérdida de árboles, quienes usan al arte textil como herramienta colectiva y transformadora, para visibilizar las especies, frenar la excesiva tala de arbolado urbano y generar conciencia ciudadana. Con este tipo de acciones -según contaron los participantes- se pretende generar un recorrido arbóreo colorido y sorprendente en diferentes puntos de la ciudad, donde el transeúnte podrá encontrarse ante un árbol que ya no es el de siempre: estará intervenido y contará una historia. Así, la intención primordial es generar conciencia a través del arte acerca de la importancia de los árboles de la ciudad, visibilizando las especies autóctonas y llamando la atención de los vecinos ante la “extrema situación de talas y podas excedidas”. Esta actividad está llevada a cabo por el colectivo Contexto Textil, como representación de una suma de voluntades. El total de las intervenciones se viene trabajando hace aproximadamente un mes, usando como materia prima principal descartes textiles en desuso. La idea surgió -según contó una de las participantes de la actividad- al ver un árbol ubicado en Brown al 300, que había sido adornado y “vestido” con sorprendentes accesorios.
Portales arborescentes El proyecto colectivo Portales Arborescentes consiste en el desarrollo de intervenciones textiles en árboles de extensa vida en la ciudad de Resistencia. Estas intervenciones textiles, y al mismo tiempo culturales, buscan visibilizar a estos especímenes desde su historia, su significado ancestral, sus propiedades y beneficios. Asimismo estas acciones también denuncian las violentas podas y extracciones de los árboles de la ciudad. Cada árbol y su intervención están íntimamente vinculados desde el sentido revelado por las voces ancestrales de nuestra tierra chaqueña, que en el principio le tejieron historias, en aquel tiempo en el que coexistían hermanados ríos, árboles, animales y hombres. Los árboles a intervenir serán: un cebil, a partir de la leyenda wichí del descenso de las Mujeres de Luz; un ambay, en base al barrio de hormigas que viven y protegen a esta especie; un timbó, tomando el sentido sonoro de la leyenda que nombra a sus chauchas como “orejas de cacique”; un palo borracho, recreando la leyenda wichí de su barriga proveedora de vida; y un chivato, destacando la maravillosa forma malabar de sus ramas. “Queremos interpelar a nuestra comunidad para abrir un nuevo sendero en nuestra relación con la naturaleza, reconociendo el origen cosmológico que compartimos, recreándolo y recordándolo a través de estas intervenciones culturales. Buscamos reivindicar a nuestros árboles como parte de nuestro entorno, reconociéndolos como honorables seres que merecen nuestro cuidado y respeto, y de quienes tenemos mucho que aprehender, como seres humanos”, indicaron.
Fuente: Diario Norte
Domingo, 15 de julio de 2012
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