Mohamed Mursi intenta reabrir el Congreso, donde cuenta con mayoría La Corte desautorizó al presidente y crece la tensión política en Egipto Para hoy se anuncian manifestaciones a favor del flamante mandatario y se prevén choques si se restablecen las sesiones, como anuncian las autoridades. La junta militar armó un esquema de transición que ahora está en debate.
El Tribunal Constitucional, máximo escalón de la justicia egipcia, dijo ayer que su fallo emitido el mes pasado y por el cual se disolvió el Parlamento, es “definitivo e inapelable por la fuerza de la ley” y su cumplimiento es “obligatorio para todas las autoridades del Estado”. De tal manera, quedó montado el escenario para un enfrentamiento con el presidente Mohamed Mursi. A casi 18 meses de la salida forzada de Hosni Mubarak del gobierno, la pugna amenaza con devolver al país a una nueva ronda de inestabilidad, quizás de violencia, señaló la agencia AP. La reacción del alto tribunal llegó un día después de que Mursi ordenara restablecer las sesiones de la Asamblea del Pueblo (Cámara Baja del Parlamento), disuelta el 14 de junio por la entonces gobernante junta militar –a instancias de aquel fallo judicial–, que asumió así el Poder Legislativo. Al margen de la puja que mantienen la junta y los Hermanos Musulmanes –que dominan el Parlamento en cuestión–, el tribunal dijo que “no es parte de ninguna disputa por el poder que se pueda generar entre las fuerzas políticas”. Sin embargo, tanto la junta como el tribunal están integrados por adictos al antiguo régimen autoritario que intentan mantener sus prerrogativas de poder en esta instancia política. Pese a ello, el Tribunal de Justicia defendió su “independencia” al asegurar que seguirá actuando para “supervisar la constitucionalidad de las leyes y evitar que haya una agresión o violación” contra los textos constitucionales. Frente a la rotunda nota de la judicatura, el vocero de la Presidencia, Yaser Ali, sostuvo que el decreto de Mursi no contradice el fallo del tribunal sino que garantiza la ejecución de dicha resolución judicial. Negó, además, que exista un conflicto entre el presidente y la magistratura, pero a través de su página web oficial los Hermanos Musulmanes convocaron para hoy a una manifestación de apoyo a la decisión de Mursi. Sin definirse expresamente sobre la cuestión de fondo, el presidente del Parlamento disuelto, el islámico Saad Katatni, se valió del decreto presidencial y convocó para hoy a una sesión de la Cámara Baja. Katatni –miembro del Partido Libertad y Justicia, el mismo que lideraba Mursi hasta que fuera proclamado presidente– tomó la decisión el mismo día en el que las puertas del Parlamento volvían a abrirse para dejar entrar a los diputados de la Asamblea del Pueblo. El diputado Nizar Gorab, del partido ultraconservador Al Nur, fue el primero en acceder al recinto, con el permiso de los miembros de la seguridad que hasta el momento habían impedido a los parlamentarios entrar en el complejo. Desde los Estados Unidos, el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tommy Vietor, pidió ayer a los poderes fácticos egipcios que “respeten de manera transparente los derechos de todos los ciudadanos y los principios democráticos”. A todo esto, la agencia egipcia Mena aseguró ayer que partidarios y opositores de Mursi mantuvieron enfrentamientos frente a la sede de la Asamblea del Pueblo. Agregó que los enemigos del nuevo presidente amenazaron con impedir hoy el ingreso de los parlamentarios a la sala de sesiones.
Fuente: Tiempo argentino
Martes, 10 de julio de 2012
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