Elecciones España Rajoy se impuso a Rubalcaba en el único debate televisivo de cara a las elecciones en España El candidato del Partido Popular (PP) a las elecciones generales de España, Mariano Rajoy, se impuso este lunes en el único debate televisivo de la campaña al aspirante socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, según coinciden todas las encuestas realizadas. Rubalcaba jugó fuerte acusando a su rival de tener un programa oculto de recortes, pero aún así no logró doblegarlo en lo que se presumía iba a ser su carta más fuerte para descontar la amplia ventaja que Rajoy le lleva en todos los sondeos de opinión.
Las primeras dos encuestas publicadas al finalizar el debate por las cadenas de televisión La Sexta y Antena 3, coincidieron en otorgarle el triunfo a Rajoy: 48,6 a 43,9% y 39,9 a 33,1% respectivamente.
Otro sondeo, elaborado por Metroscopia para el diario El País también da como vencedor al candidato conservador, pero por un margen más ajustado, 46 a 41%, mientras un estudio de Sigma Dos para el diario El Mundo le otorga un triunfo de 51 a un 44 %.
Rajoy, a quien las encuestas electorales otorgan una ventaja de hasta 17 puntos sobre Rubalcaba, sale de esta forma airoso del único debate que tendrá con su rival en la carrera hacia La Moncloa y, por lo tanto, reforzado.
El candidato socialista necesitaba ganar de forma contundente en el debate para lograr dar un vuelco en las encuestas, pero a pesar de haber puesto a su adversario contra las cuerdas no logró noquearlo.
Rubalcaba acusó a Rajoy de “ayudar a los especuladores”, de “querer rebajar el subsidio de desempleo”, de “poner en peligro la sanidad y la educación” y de querer dejar “desprotegidos a los trabajadores”.
Por su parte, el candidato del PP se aferró a la grave crisis económica y los dramáticos datos del desempleo, y le reprochó a Rubalcaba no haber llevado a cabo las medidas que propone ahora cuando gobernaba junto con el actual jefe de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
“Estamos aquí porque el gobierno se ha visto obligado a adelantar las elecciones. La situación se ha hecho insostenible, hay 5 millones de españoles que quieren trabajar y no pueden”, dijo Rajoy al inicio del quinto debate en la historia de la democracia española.
El primer bloque temático era el más duro para Rubalcaba, quien carga con el lastre de haber sido miembro del actual Ejecutivo y ahora plantea propuestas radicalmente opuestas a las de Zapatero.
En un momento en que España aún no ve la salida de la crisis y registra la cifra más alta de desempleo de la historia reciente, Rubalcaba propone más inversión pública para reactivar la economía y crear empleo, en contraposición al modelo de Rajoy de austeridad y recortes.
“Hemos puesto al enfermo a dieta de adelgazamiento y nos estamos pasando”, dijo el socialista, quien lanzó nuevas propuestas concretas como reclamar a la Unión Europea (UE) que retrase de 2013 a 2015 los planes de ajuste fiscal para evitar una recesión.
Otra de las recetas de Rubalcaba es subvencionar a las empresas con más de 50 empleados que creen un puesto de trabajo.
“¿Cómo lo pagaría? Con un impuesto nuevo a las grandes fortunas y un impuesto a los bancos”, indicó. “Pondría a los poderes públicos a que tiren de la economía”, añadió el candidato socialista.
Rubalcaba había salido a pelear con la intención de convencer a cerca del 30 por ciento del electorado que aún se declara indeciso de que no es lo mismo votar a uno y otro candidato, con la intención de evitar la peor derrota de los socialistas que pronostican los sondeos.
El candidato socialista llevó la iniciativa de forma inquisitoria demandándole a su rival que aclarara puntos “deliberadamente ambiguos” de su programa electoral, mientras Rajoy estuvo a la defensiva, sin profundizar en su propuesta y negando las intenciones que le atribuía Rubalcaba.
Una de las primeras acusaciones lanzadas por Rubalcaba fue que el líder del PP quería recortar el subsidio de desempleo, algo que Rajoy negó, al igual que las supuestas intenciones de pagar con dinero público los “activos tóxicos” de las entidades bancarias.
También lo acusó de estar defendiendo las posturas de la patronal y de querer “desregular” el mercado laboral para dejar “indefensos” a los trabajadores, y de poner en peligro la sanidad pública y la enseñanza.
A esta batería de acusaciones, Rajoy respondió diciendo que su rival mentía, que hacía juicios de intenciones y le lanzaba “insidias”.
Rajoy hizo hincapié en que mantendría los derechos adquiridos, especialmente se refirió al poder adquisitivo de las pensiones, y no dijo nada que pudiera irritar a sus votantes, incluso eludió aclarar qué va a hacer con la ley del matrimonio homosexual, que su partido recurrió ante el Tribunal Constitucional.
Cada uno de los partidos dio por ganado el duelo. Antonio Hernando, del equipo socialista, dijo que Rubalcaba había cumplido con su objetivo, la lograr “desenmascarar” el programa profundamente conservador de Rajoy y presentar a los indecisos y progresistas su propuesta “socialdemócrata”.
Desde el PP, la lectura fue distinta. “Los argumentos del cambio han tenido más peso que los de la continuidad”, analizó Esteban González Pons, de la campaña de Rajoy. Aún así, quiso ser prudente: “Este es sólo un peldaño”, afirmó.
Martes, 8 de noviembre de 2011
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