Internacional La Eurozona acordó flexibilizar el uso de los fondos europeos para comprar deuda pública Los líderes de la zona euro cedieron hoy ante España e Italia y aceptaron la recapitalización directa de los bancos, aunque bajo estricta supervisión, así como flexibilizar el uso de los fondos europeos para comprar deuda pública de los países puestos en jaque por los mercados.
Tras una negociación maratónica que se extendió hasta la madrugada, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, comunicó que se alcanzó un acuerdo con el que se pretende aliviar la presión de los mercados, que llevó el interés de la deuda pública de España e Italia a niveles insostenibles.
"Estamos abriendo la posibilidad a países que se están comportando bien para que hagan uso de instrumentos de estabilidad financiera como reaseguro a los mercados y para volver a tener alguna estabilidad en torno a algunos de los bonos soberanos de nuestros estados miembros", dijo Van Rompuy en una conferencia de prensa en Bruselas.
Los 17 países de la moneda abrieron la mano a las exigencias del bloque Madrid-Roma, que pedían que los fondos de rescate de la zona euro pudieran ser utilizados para estabilizar los mercados de bonos soberanos.
España e Italia hicieron valer su poder de bloqueo y condicionaron su apoyo al pacto de crecimiento europeo de 120.000 millones de euros, acordado al inicio de la cumbre de los 27 jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE), a que Alemania aceptara que la zona euro adoptara medidas urgentes para estabilizar los mercados.
El acuerdo alcanzado, también impulsado por Francia, permite que los fondos europeos puedan se utilizados para comprar bonos pero no obligará a los países que cumplen las “recomendaciones” y la reglas de presupuesto de la Unión Europea (UE) a adoptar medidas adicionales de austeridad o reformas económicas.
También se acordó que el futuro fondo permanente de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), pueda prestar dinero directamente para recapitalizar bancos sin aumentar el déficit del país beneficiado, y sin que la deuda tenga rango de acreedor prioritario.
La canciller alemana, Angela Merkel, accedió finalmente a esta posibilidad, defendida desde un principio por el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, pero una vez que el Banco Central Europeo (BCE) se convierta en el único supervisor, es decir, cuando se avance hacia una unidad bancaria.
"El proceso fue duro, el resultado fue bueno. Hemos sacado adelante medidas que sobre todo le interesaban a España”, dijo a la prensa el primer ministro italiano, Mario Monti, quien añadió que Italia no tiene intención de solicitar la ayuda de emergencia.
Los países que soliciten apoyo de bonos del fondo de rescate tendrían que firmar un memorando de entendimiento que establece los compromisos políticos, pero no se enfrentarían a la supervisión intrusiva de la "troika" –Unión Europea (UE), Fondo Monetario Internacional (FMI) y BCE- a la que Grecia, Irlanda y Portugal han sido sometidos, dijo Monti.
Van Rompuy explicó que se pretende crear un mecanismo de supervisión de los bancos de la zona euro con participación del BCE para romper el "círculo vicioso" de la dependencia entre los bancos y los gobiernos soberanos.
"El objetivo es, por supuesto, convertir al euro en un proyecto irreversible", subrayó.
“La recapitalización directa será posible bajo condiciones muy estrictas”, indicó por su parte el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, quien remarcó que la opción estará operativa a finales de este año.
En cuanto al rescate español, Van Rompuy explicó que la ayuda europea será proporcionada por el actual FEEF (Fondo Europeo de Estabilidad Financiera) hasta que el nuevo MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) entre en vigor y después será transferida a éste sin adquirir el estatus preferente", explicó.
Por lo tanto, si bien el rescate de España se realizará con los mecanismos vigentes, una vez que esté en marcha el nuevo sistema de supervisión bancario, el préstamo podrá “transferirse a un instrumento que haga posible sacarlo rápidamente del balance del Estado”, dijo el presidente del grupo de trabajo del Eurogrupo, Thomas Wieser.
El anuncio del rescate a la banca española no había tranquilizado a los mercados, que temían que la deuda europea tuviera prioridad sobre el resto de acreedores así como también del peso que tendrían las ayudas en el déficit del país.
Tras el acuerdo de Bruselas, los inversores dieron un leve respiro al riesgo país –diferencial entre el bono español a diez años y el alemán al mismo plazo-, que cayó en la apertura unos 70 puntos, aunque poco después volvió a repuntar hasta los 501 puntos, con lo que se mantiene la presión.
Los líderes de la UE y la zona euro, en tanto, siguen discutiendo los planes a largo plazo para construir una unión fiscal y bancaria mucho más estrecha.
Fuente: Télam
Viernes, 29 de junio de 2012
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