Internacional Los griegos votan mañana en medio de una crisis que podría terminar con el euro Las encuestas indican un empate entre los conservadores de Nueva Democracia y la izquierda de Syriza. Todos los ojos miran a Grecia.
Quién se ocupará de nosotros si también España tiene problemas?”, se preguntaba un funcionario del Ministerio de Finanzas griego pocos días antes de que el gobierno de Madrid tuviera que pedir ayuda a la Unión Europea para sus bancos. Apenas un mes después de las fallidas elecciones parlamentarias del 6 de mayo, los griegos acuden de nuevo el domingo a las urnas, en los comicios más importantes de su historia reciente. Y a pesar de encontrarse al borde del precipio, los políticos helenos se dedican a insultarse. El tiempo apremia pero casi no se discute sobre cuestiones fundamentales, como quién rescatará al país o cómo lo hará. El 6 de mayo los votantes no dieron la mayoría absoluta a ningún partido, pero estos no supieron escuchar la llamada del pueblo para que cooperasen. Lejos de eso, no consiguieron formar gobierno, lo que hizo necesario convocar a nuevas elecciones. Mientras los políticos discuten, el Estado griego sigue desmoronándose, con sus consecuencias para la población. Como ejemplo basta decir que las farmacias sólo suministran medicamentos si se pagan en efectivo, pues el gobierno no les abona lo que les debe desde hace meses. Las pensiones y sueldos de los funcionarios tampoco están aseguradas más allá de mediados de julio. “Estamos rodeados de niebla y no vemos que ante nosotros se extiende una ciénaga”, opina una experimentada periodista griega. Todo apunta a un apretado resultado entre los conservadores de Nea Dimokratia (ND) y la izquierda radical (Syriza) y las encuestas pronostican que niguno de los dos conseguirán la mayoría absoluta necesaria para gobernar, que es de 151 escaños sobre los 300 de los diputados del Parlamento. Si los conservadores consiguieran formar gobierno con los socialistas de Pasok, se descuenta que el país seguiría el curso europeo de ajustes y ayudas que estaba previsto. Los analistas piensan que en ese caso los comunistas y Syriza podrían bloquear cualquier intento de reforma con huelgas masivas. Si por el contrario la izquierda llegara al poder y mantiene sus promesas de anular el programa de austeridad impuesto por la Unión Europea, el país podría verse enfrentado a una suspensión de pagos inmediata. El líder de Syriza, Alexis Tsipras, responsabiliza a socialistas y conservadores del nepotismo que ha llevado al país al borde de la catástrofe. En su opinión, no se puede salvar a Grecia con un programa de recortes que ahogó a la economía y convirtió en desempleado a uno de cada dos jóvenes. Para él, los responsables del Pasok y ND son “estafadores políticos”. Por su parte, los conservadores, con su líder Antonis Samaras al frente, califican a Tsipras de “aprendiz de brujo”, lo acusan de confundir “la política con el póker” y de jugar con el futuro del país cuando amenaza con anular el programa de recortes presupuestarios. Entretanto, los griegos sienten cada vez más los efectos de la crisis en su vida diaria. La tasa de desempleo sigue subiendo y en marzo alcanzó el 21,9%, el nivel más alto en la historia. Los enfermos hacen cola durante horas ante las pocas farmacias estatales donde pueden recibir medicamentos de alto precio que en caso contrario, como se dijo, deberían pagar en efectivo. Pero también estas farmacias tienen problemas con las empresas de medicamentos, pues la seguridad social les debe miles de millones de euros. Por si fuera poco, los sindicatos de la sociedad estatal de electricidad (DEI) creen que pronto podrían empezar a producirse cortes, ya que no hay dinero para pagar el gas ruso. Ante esta situación, Grecia podría verse pronto sumida en la oscuridad.
Fuente: Tiempo argentino
Sábado, 16 de junio de 2012
|