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Sáenz Peña Los hechos delictivos preocupan a vecinos de Sáenz Peña y piden respuesta a las autoridades.  Los últimos hechos delictivos violentos registrados en la termal exigen respuestas de los organismos competentes quienes deben llevar la investigación hasta las últimas consecuencias, para brindar respuestas al interrogante que hoy se plantea la sociedad respecto hasta cuando se deberán soportar este tipo de situaciones que desde hace tiempo arrecian a la comunidad. Ante esto también resulta necesaria la participación de la comunidad aportando denuncias y datos porque “el no te metas” se convierte en el peor enemigo ante esta situación.
En lo que va del año, los casos registrados en la termal ya superan la docena, y la situación sigue repitiéndose de manera cíclica, una cifra realmente preocupante como la violencia a la que son sometidas las víctimas de este tipo de ilícitos que tienen características distintivas afines entre sí, fundamentalmente en el modus operandi, características de las personas de acuerdo a la descripción de las víctimas y otras cuestiones, todo poco casual.
Pero sin dudas, que los organismos encargados de a seguridad e investigación de estos hechos deben rendir las explicaciones que cada una de las situaciones amerita para que estos hechos delictivos no queden impunes o en la nada.
Pero de igual modo la comunidad también debe aportar su grano de arena siendo partícipe aportando datos o denunciando situaciones dejando de lado el no te metas para aportar a la investigación haciendo llegar también sus inquietudes.
En las últimas horas se pudo tomar contacto con uno de los damnificados por la alta inseguridad existente, Matías Filipchuk, uno joven comerciante del medio, propietario de Las Lengas, una fábrica de pastas ubicada sobre avenida Sarmiento a metros del pasaje Cooperación de esta ciudad quien luego de varios días de haber soportado una verdadera odisea, cuando cuatro delincuentes fuertemente armados ingresaron a su domicilio en horas de la madrugada para exigir una fuerte suma de dinero que creían se encontraba en el lugar, amenazándolo, ejerciendo violencia física y amenizándolo incluso con quitarle la vida.
Durante el contacto , el joven hizo un pormenorizado relato de lo ocurrido y aseguró haber tomado la decisión para que sirviera para “la prevención de similares episodios a futuro que pudieran tener un final trágico.
El su familia además dejaron un pedido de llegar con la investigación hasta las últimas consecuencias para lo cual pidieron a los estamentos de gobierno brinden todos los medios necesarios a la policía y justicia. Además pidieron a la comunidad ser partícipes y denunciar aunque sea de manera anónima todos los datos que puedan aportar ante la comisión de hechos delictivos.
El dramático relato de la odisea
“Eran las 3,15 aproximadamente del jueves pasado momento en que me disponía descansar, fue allí cuando sentí ruidos en una de las puertas, luego como que corrían dentro de la casa, me levanto para prender el velador que se encuentra junto a mi cama y observo a cuatro sujetos que ingresan a mi habitación. Uno de ellos me pedía insistentemente que me quedara quieto y otro con la culata del revólver me pega en reiteradas oportunidades en la cabeza y en otras partes del cuerpo con sus puños y pies; me senté en la cama y me siguió pegando”.
Este es el dramático relato solo del comienzo de la odisea que le tocó atravesar al comerciante Matías Filipchuk, propietario de una fábrica de pastas quien la semana anterior fue víctima de un violento robo, tras ser sorprendido en su domicilio en momentos que se aprestaba a descansar.
“Tras golpearme comenzaron a exigirme dinero, a preguntarme donde estaba la plata, vinieron con un dato que ellos consideraban certero, buscaban una suma de dinero importante”, dijo a lo que seguidamente remarcó “les dije que no tenía una gran suma de dinero, sino que contaba con lo que ellos podían observar y podían llevarse todo, como podían hacer para salir del lugar y hasta que hora lo podían hacerlo”, indicó el joven comerciante.
Pero eso no pareció suficiente para los delincuentes que parecían obstinados y centrados en un solo objetivo; alzarse con una fuerte suma de dinero, que según ellos existiría en el lugar. “Siguieron insistiendo en que le diera el dinero amenazándonos con que si no lo hacíamos nos iban a quemar (matar)”, incluso a la chica que se encontraba conmigo “le apuntaban con un arma y cuando ella quería decir algo le manifestaban callate, no tenés nada que ver, al único que se dirigían era a mí”, comentó a este diario Filipchuk.
En su afán por concretar el objetivo del golpe los delincuentes “revolvieron toda la casa, inclusive desvalijaron una pieza que es de mi mamá, fueron al negocio revisaron todo buscando la plata” afirmó Matías.
Asimismo recordó que “tanto a mi como a la chica que estaba conmigo nos ataron para inmovilizarnos, a mi me volvieron a pegar y constantemente nos apoyaban un arma en la cara reiterándonos varias veces que nos iban a matar”.
Por último comentó que, antes de irse, los delincuentes dejaron una amenaza que iban a ir “por alguien más” recordó el joven.
“Estamos pasando días difíciles”
Al ser consultado como fueron y son los días posteriores a esta situación límite que le tocó atravesar, Filipchuk confió que “son días muy difíciles, no puedo dormir por las noches, estoy pendiente de cualquier ruido” manifestó con un nudo en la garganta.“Ahora todo el pensamiento está centrado en ver como hago para contar con mayor seguridad en mi casa” agregó el comerciante “pues no me siento seguro, teníamos un policía que custodiaba el mural y nadie vio nada, creo que nunca más voy a vivir tranquilo” dijo visiblemente conmovido.
Si no se investigan estos hechos podemos lamentarnos
“Si estos hechos no se investigan a fondo y se encuentra a los culpables, tenemos que decir que podemos llegar a lamentar que alguien pierda su familia o a parte de la misma, porque aquí no ocurrió nada debido a que la situación no se les complicó a los delincuentes”, reflexionaron Matías y parte de su familia durante la entrevista para luego preguntarse “que hubiera pasado si alguien se interponía en el camino de estos, seguramente estaríamos hablando de una tragedia”, afirmaron.
En otro párrafo del diálogo recalcaron la necesidad de no conformarse con que hasta ahora no ocurrió nada “debemos dejar de lado esa pacificidad y se debe investigar a fondo”.
Por otro lado dejaron en claro que “no tenemos quejas de la gente de la policía que llegó luego del llamado que efectuamos tras haber ocurrido este episodio, pero queremos pedir a la ciudadanía que ve algo que auque sea de forma anónima colabore, en esta u otras causas, para ayudar a la investigación, porque en muchas oportunidades la propia burocracia impide a quienes llevan adelante la tarea llegar a la verdad”.
“Debemos bajar el nivel del delito y la violencia, somos personas normales, trabajadoras, lo que pasé no me lo quita nadie, pero espero sirva para reveer las cuestiones”, concluyó el comerciante.
El pedido de la familia
SAENZ PEÑA (Agencia). Luego del tortuoso momento que le tocó atravesar como víctima de la inseguridad, Matías Filipchuk y su familia hicieron un enfático pedido a las autoridades para que se arbitren los medios necesarios para impedir que “hechos de violencia como este no continúen sucediéndose, porque en algún momento podemos lamentar consecuencias trágicas” indicaron.
En forma paralela solicitaron una investigación a fondo sobre lo ocurrido en la madrugada del jueves anterior y se llegue a los responsables “no importa quienes sean, deben estar presos y si deben soltarle la mano a alguien que lo hagan para ayudar a la investigación” dijo el joven comerciante, propietario de una fábrica de pastas.
En otro orden hicieron un llamado a la comunidad a que colabore y aporte los datos pues “ni la policía o la justicia podrán llegar a la verdad de manera individual si es que no hay una colaboración de la ciudadanía” remarcaron.
Por eso instaron a que “cuando los vecinos observen alguna situación sospechosa deben denunciar, tomarse un tiempo y llamar a la policía porque después de la muerte de una persona no hay más tiempo”.
Por eso, Matías y la familia consideran que “los estamentos de gobierno deben brindar los medios, los ciudadanos comprometerse y aportar datos ante un hecho delictivo para que de esa manera la policía y la justicia investiguen, solo de esa manera podremos llegar a la verdad”, concluyeron.
Diario Norte.-
Miércoles, 30 de mayo de 2012
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