Crisis Intenacional La economía española se estanca y no crece España se estancó en el tercer trimestre al no registrar crecimiento entre julio y septiembre (0,0 %), lo que supone dos décimas menos que el trimestre anterior, mientras que el crecimiento interanual se mantuvo en el 0,7 %.
Según el organismo supervisor español, el estancamiento es achacable a una caída más intensa de la demanda nacional, que retrocedió el 0,7 %, lastrada por la contracción de la inversión en construcción y por el intenso descenso del gasto público.
El consumo de los hogares siguió mostrando "cierta atonía", ya que sólo avanzó una décima entre julio y septiembre.
Por el contrario, el sector exterior aportó ocho décimas al crecimiento trimestral, dos décimas más que en el periodo abril-junio, por el empuje de las exportaciones de bienes y el turismo.
El empleo disminuyó más que en el periodo anterior, al caer un 1,8 % en términos interanuales, razón por la que el crecimiento de la productividad aparente del trabajo continuó siendo alto, en torno al 2,5 %.
La pérdida de poder adquisitivo y la desfavorable evolución del mercado de trabajo explican la debilidad del gasto de los hogares, a los que se suman la falta de crédito y la pérdida de valor de la riqueza.
Sin embargo, el supervisor destaca que en comparación con el año anterior el consumo privado se recupera significativamente, puesto que hace un año cayó notablemente como consecuencia de la subida del IVA en julio.
El gasto de las administraciones públicas se contrajo sustancialmente en el tercer trimestre, debido al recorte en empleo público y, sobre todo, de las compras, en línea con los planes de austeridad presupuestario.
La inversión en bienes de equipo creció el 0,6 % trimestral, si bien el Banco de España subraya que el deterioro de la confianza de los empresarios y el menor uso de la capacidad productiva en la industria manufacturera podría dar lugar a un empeoramiento en los próximos trimestres.
La caída de la inversión en construcción se intensificó en el tercer trimestre por el ajuste en el mercado de la vivienda y por los recortes en las obras públicas.
Frente al retroceso de la actividad doméstica, el sector exterior siguió creciendo por el avance de las exportaciones y la disminución -aunque en menor medida- de las importaciones.
El supervisor destaca el dinamismo de las exportaciones de bienes de equipo e intermedios no energéticos, en tanto que el turismo tuvo un fuerte crecimiento en los meses de verano.
Sin embargo, las perspectivas para el último tramo del año han empeorado por la desaceleración de la economía mundial, lo que hace prever una desaceleración de las ventas al exterior.
Lunes, 31 de octubre de 2011
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