Regionales Formosa celebró el Vía Crucis más largo del mundo El presbítero formoseño pidió que para estas Pascuas “todos podamos comprometernos en una vida nueva desde nuestros corazones y en nuestras comunidades y nuestro mundo”.
Con el lema: “Por la cruz hacia la unidad en el espíritu con el vinculo de la paz” se realizó en Formosa el 15º Vía Crucis formoseño, que figura en el libro Guiness como “el más largo del mundo”, ya que las 14 estaciones están enclavadas en diferentes localidades a lo largo de 508 kilómetros sobre la ruta nacional 81 “Monseñor Raúl Marcelo Scozzina”, que cruza toda la provincia de este a oeste.
Este Vía Crucis fue una creación del primer obispo de Formosa, monseñor Scozzina, quien falleció el 11 de junio del año pasado. Según él, este Vía Crucis reflejaba “la historia de sangre y de dolor del pueblo formoseño, para escribir una nueva historia”.
En esta ocasión, por primera vez familiares de monseñor Scozzina, vivieron el caminar y conocieron los lugares en los que misionaba y eran apreciados por el Obispo, cada estación estaba acompañada, por integrantes de la Pastoral Policial quienes entonaron cánticos religiosos en las distintas cruces.
El Vía Crucis, que fue guiado por el presbítero Ponciano Acosta, comenzó el viernes 30 de marzo con una caminata de casi 10 kilómetros hasta la primera cruz enclavada en el centro de capacitación Juan Pablo II y continuó al día siguiente con una caravana de decenas de vehículos con peregrinos que fueron celebrando cada cruz.
Las distintas comunidades acompañaron a los peregrinos, que llegaron el 2 de abril a la frontera provincial con Salta, donde se celebró la Eucaristía con la presencia de fieles de la parroquia de Morillo (diócesis de Orán), y un grupo venido especialmente desde San Jerónimo del Sauce (Santa Fe).
Se realizó también la visita a enfermos, en sus domicilios y en hospitales,y se entregaron distintas donaciones recibidas en la Asociación del Vía Crucis Formoseño, durante el año, escuelas y capillas recibieron, ropas, calzados, elementos de limpieza y alimentos no perecederos, para su posterior distribución.
En cada una de las 14 cruces se recuerdan momentos significativos y dolorosos de la historia de Formosa como el atropello a los indígenas, el olvido del maestro rural, la explotación del hachero, la marginación de la mujer, el trabajo de los vialeros y el sacrificio de los inmigrantes, entre otros.
El padre Ponciano Acosta declaró que “a lo largo del camino todos fuimos tocados por el espíritu de Dios, y el llegar hasta acá es vivir a fondo este gran anhelo, este gran proyecto que tuvo monseñor Scozzina”.
Como conclusión, el presbítero formoseño pidió que para estas Pascuas “todos podamos comprometernos en una vida nueva desde nuestros corazones y en nuestras comunidades y nuestro mundo”.
Fuente: Diario Norte
Jueves, 5 de abril de 2012
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