Espectáculos "Teníamos ganas de estar juntas en un escenario"
Una nueva obra de teatro. Juana Viale y la uruguaya Victoria Césperes se conocieron viviendo en Santiago de Chile, donde debutaron con una obra que ahora llegó a Buenos Aires y luego seguirá a Montevideo. Ambas se hicieron cargo de toda la producción, y aseguran que todo se hizo "a puro pulmón".
Por un lado, la filosofía junto a la importancia del ser. Por otro, una historia entre dos mujeres que recién a último momento develará la posible existencia de un vínculo. Esos son algunos de los tópicos que flotan en una obra que más allá de sus tensiones es descripta por una de sus protagonistas como "un reflejo de la vida misma".
En una sala casi en penumbras, iluminadores y sonidistas corren contrareloj para la función del día de La sangre de los árboles, la propuesta que une a dos amigas como Juana Viale y la uruguaya Victoria Césperes sobre el escenario del Cultural San Martín de jueves a domingo bajo textos del Chileno Luis Barrales.
Según consignó Tiempo Argentino, se trata de una serie de presentaciones sobre un proyecto ansiado y finalmente concretado que arrancó debutando en Chile, sigue durante estos días en Buenos Aires, y más tarde arribará a Montevideo, completando de esa manera tres ciudades de importancia para las hacedoras de la obra. Y lo de hacedoras no es pura expresión discursiva, sino justamente eso, porque La sangre de los árboles es una obra producida ejecutivamente por sus protagonistas.
Juana y Victoria se conocieron en Chile. Las ganas por hacer una obra se materializó en una master-class teatral tan larga que al terminar no dudaron en encarar hacia un bar.
Entre risas de ambas, Victoria dice que haberse encargado de la producción "es una quijotada", mientras que Juana afirma que esa parte del espectáculo tiene mucho de desafío: "Nosotras buscamos auspiciantes, pero no cayó nadie (más risas). Así que tuvimos que hacerla a puro pulmón porque es mucho esfuerzo. Es terrible porque es muy, muy fuerte todo eso para nosotras. Tuvimos aprender a hacerlo todo, incluso llamar a la gente porque no tenemos agente de prensa ni nada parecido. Todo lo hacemos nosotras y hasta llamamos a la gente muy tarde para invitarlos a venir. Es todo una gran locura, pero es así como lo vivimos nosotras”.
-Tener esa responsabilidad arranca desde vender los tickets hasta repartirse las ganancias.
Juana: -Lleva todo, pero todo es un gasto. Cuando estás haciendo una obra de teatro cualquier idea que puedas tener, sea buena, más o menos o mala, es un gasto. Desde los programas, vestuario, iluminación y técnicos. Todo lleva mails, idas y vueltas, cambios.
Victoria: -¡No sabés cuánto valoramos ahora la función de un productor! ¡Lo súper valoramos!
Más allá de los esfuerzos, tanto a Victoria como a Juana se las nota felices y sin ganas de disimulo alguno por llegar a una sala como la que ocupan. Amplía Juana: "Estamos muy felices de desembarcar en una sala como en la que estamos, que es como un lugar sagrado en cuanto al teatro. Formamos nuestra compañía teatral y esta es nuestra primera obra, así que estamos contentísimas de llegar acá, es un orgullo que sentimos desde el estreno porque cuando estrenás estás viviendo una carga emocional donde todo se mezcla. Después de haber debutado en Chile, lo de Argentina era nuestro segundo estreno, pero acá fue más como renovar la carga."
Victoria: -Fue como redoblar la apuesta porque también, hicimos unos cambios de escena porque este lugar es un escenario más grande de lo que hicimos antes. En Chile estábamos en el Centro Cultural Morí, que es algo más chico, con unas 165 butacas. Este espacio tiene unas 250 y todo era como la mitad de lo que es esto. Por eso aprovechamos la geografía del lugar y comenzamos a reutilizarlos.
-Ahí vino otro desafío, entonces.
Juana: -Fue algo gigante para nosotras. El día del estreno no pudimos hacer ensayo general, así que ahí también había mucho de desafío (risas).
Victoria: -El plus es que nuestro director y dramaturgo siempre nos avisó que podía hacer cambios de manera repentina, desde el minuto uno. Yo en eso soy un poco diferente a Juana, porque ella es más abierta y yo tuve un poco de resistencia. De todas maneras, las modificaciones de último momento siempre fueron muy acertadas.
Juana y Victoria se conocieron gracias al teatro. Viviendo las dos en Santiago de Chile, las ganas por hacer una obra se materializó en una master-class teatral tan larga que al terminar no dudaron en encarar hacia un bar, tomar una cerveza y relajarse. Entre una cosa que dirigió a la otra, la conexión entre ambas las llevó hacia una idea que no abandonaron. "Ese día nos dijimos 'Hagamos algo juntas'. Teníamos ganas de hacer una obra de teatro y de trabajar, así que nos decidimos a hacerlo porque teníamos ganas de estar juntas en un escenario. Pero hasta ese momento no teníamos libro ni nada. Eran las ganas, nada más que las ganas de una uruguaya y una argentina que estaban en Chile. Como amigas, teníamos ese sueño, y a partir de eso fuimos en busca de lo que necesitábamos".
Victoria: -Estuvimos un montón de tiempo sin obra. Empezamos en 2013 a leer y leer obras, mientras que tanto Juana como yo comenzamos a pedirles obras a nuestros contactos. Otra cosa que recuerdo es que no era fácil encontrar una obra para dos actrices, hasta que dimos con lo que buscábamos.
Juana: -Nos contactamos con el Chato Moreno, que vive en Estados Unidos y luego de unos meses nos recomendó una serie de textos. Entonces, con un texto que nos había encantado, nos dedicamos a buscar un director, hasta que un amigo nos recomendó a Luis Barrales. Así que al encontrarnos con él, nos dijo que la iba a leer y que en un principio era un sí. A la seman,a nos dijo que no tenía problemas, solamente si él podía hacer una reescritura de la obra. En septiembre del año pasado comenzamos a reunirnos y fue donde se cruzaron temas filosóficos, la vida y la muerte, mentira y verdad, vino y charlas profundas. Ya en enero de este año ensayábamos en una sala, sin nada escrito, y la obra de teatro de la que te hablo quedó archivada en nuestras computadoras, pero en esos ensayos comenzaron a salir escenas sueltas, sin ningún hilo conductor.
Victoria: -Fue un proceso experimental que terminó con una última escena escrita una semana antes del estreno.
-Hoy, ¿con la obra ya terminada, cómo la sienten en el escenario?
Victoria: -Creo que más allá del cuento sobre la posibilidad de que Juana y yo seamos dos posibles hermanas, en el transcurso de dilucidar eso, todo pasa por diferentes posibles situaciones y emociones en las relaciones de dos personas. Se trata de un texto que habla mucho de lo universal, de la muerte.
Juana: -Plantea si las relaciones se construyen a partir de la sangre o del cosmos o de una relación ancestral, o si el Ser se constituye como tal porque alguien lo creó, o porque tuvimos que aprender al estar en esta tierra a construir vínculos.
-Teniendo en cuenta estas particularidades, ¿esta obra podría haber sido hecha en otro espacio que no sea en El Cultural San Martín?
Juana: -Sentimos que necesitábamos respetar lo que es la obra, y para eso era importante el lugar donde se la representaba para mantenerla en ese cauce particular que tiene. Eso es algo que los que vieron la obra lo notaron. La idea era mantener un estilo.
Victoria: -La gente es otro tema, porque había como una incógnita sobre cuál era nuestro proceso o el embarque al que nos habíamos mandado. Más allá del cariño que nos tienen, tanto ellos como la gente se fue muy asombrada y conmovida. Abuelita (NdR: Mirtha Legrand) decía, "es una obra en la que se ve el paso del tiempo". Así la resumió ella. Más allá de eso, la obra transmite emociones. La sangre de los arboles, ficha tecnica
La obra, dirigida por Luis Barrales, con Juana Viale y Victoria Césperes, con música en vivo de Ángela Acuña, va de jueves a sábados a las 20:30 y domingos a las 19 hs, en la Sala AB de El Cultural San Martín, Sarmiento 1551. Entradas desde $ 60. Acerca de Victoria Céspedes
Victoria Césperes es una de las actrices más reconocidas de Uruguay, donde posee una extensa trayectoria en cine, televisión y especialmente teatro.
Más allá de los logros ganados en su país, en 2011 emigró hacia Buenos Aires en busca de nuevas oportunidades, para luego partir hacia tierras chilenas, donde vive actualmente.
Es comprobada su experiencia teatral, la que le permite ofrecer un buen diagnostico sobre el estado actual de la escena de esa disciplina en estos días: "Uruguay, o más que nada Montevideo, porque todo está centralizado en materia de teatro, tiene muchísima oferta y de excelente calidad. Cada vez que voy para allá me encuentro con mucho y muy buen teatro en Uruguay. Eso data de muchos años y se mantuvo, sobre todo con mucho apoyo por parte del gobierno, y esas son las cosas permiten que todo siga floreciendo mucho más. Mis colegas actúan en muchas obras y tienen trabajo, así que lo teatral en Montevideo está pasando un excelente momento, sobre todo en comparación de cuando yo me fui de allá", concluye Victoria. ShowMatch y la gran exposición
Con el tiempo repartido en el Bailando..., su participación en una nueva serie (Estocolmo) que actualmente se filma, y su rol como actriz y productora en La sangre de los árboles, la vorágine de Juana Viale parece no tener fin.
"Ahora se están haciendo verdad los miedos que tanto tenía (risas). El Bailando... es un gigante, aunque yo me mantengo muy al margen, porque ensayo de lunes a lunes, todos los días que me toca el ritmo de ese entonces", dice Juana. Continúa: "Estoy como en la parte vieja de Ideas del Sur, que no es donde está todo el mundo. Estoy medio aislada y no tengo mucho contacto, aunque no es por nada, por más que se digan cosas. Tengo contacto con mi bailarín y con el coach, pero eso es todo. Voy, bailo y me voy.
–¿Cómo tomás todo lo que se dice de vos de manera extra laboral?
–No estoy en contacto con eso. Te juro que voy al programa y bailo, y lo que pasa ahí, pasa en cinco minutos. No tengo tele y eso me lo evito. No compro ningún medio gráfico y me evito otra parte. En radio intento escuchar música, no tengo Facebook. Tengo Twitter y cuando pasan ciertas cosas intento no leerlas. Esa es la verdad.
–Habías dicho que aceptabas ir al Bailando para que te viese tu hija. ¿Tuviste alguna opinión de su parte?
–A ella le encanta bailar. Yo fui y le conté lo que me ofrecieron en su momento, inclusive bailamos juntas en casa porque disfrutamos el baile. Pero le tenía miedo a cierto temores sobre la exposición, porque intento mantener mi vida privada como privada, o no de mi parte andar divulgando mi vida. Mi hija me dijo: "Mamá, sos un artista, siempre van a hablar de vos."
Fuente: Infonews
Lunes, 20 de julio de 2015
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