Sáenz Peña Productores en estado de alerta por los ataques de palomas Con pérdidas que van desde el 25 y hasta el 50 % en algunos casos del relleno de las tortas de girasol, productores de distintos puntos de la provincia “nos han manifestado que se sienten desprotegidos, y muchos de ellos piensan en no levantar la cosecha porque los costos de recolección son altos y quitarán las posibilidades de quedar empatados”, dijo ayer a NORTE el dirigente de Federación Agraria Argentina, Roberto Polich, al hacer referencia al ataque de palomas y cotorras en lotes de girasol. El dirigente sostuvo que la situación se torna “muy crítica, porque estamos hablando de rindes que van entre los 1100 y 1300 kilos por hectárea”. En tal sentido, adelantó que la entidad prepara una reunión para hacer un informe de boca de los productores y presentarlo al Ministerio de la Producción del Chaco. “Es una pena, porque era la esperanza de muchos hacerse de unos pesitos para arrancar otra etapa de la campaña agrícola”, agregó.
Los productores denunciaron que sus lotes fueron blanco de un impresionante ataque de palomas y cotorras. Tal como lo había indicado NORTE días atrás, el ataque de palomas y de cotorras generó importantes pérdidas en lotes de girasol de productores ubicados en los departamentos O’Higgins, San Lorenzo, Independencia y Comandante Fernández, aunque según los productores que llamaron ayer a NORTE expusieron una complicada situación en los departamentos 12 de Octubre, Chacabuco y en las zonas de Santa Sylvina y Du Graty. El girasol, que años atrás había hecho pie, hoy va perdiendo terreno. Pero no es solo en esta provincia sino a nivel país, ya que “hoy todas las hectáreas sembradas podríamos haberlas implantado solo en el Chaco”, dice ante consulta de NORTE el productor Ernesto Iván, que agrega otro dato interesante: “El 32 % de retenciones para este producto ya es insoportable, como el ataque de palomas que estamos pasando, que causa un daño económico importante”. En tanto, Omar Molina, maquinista que esperaba ayer a la siesta ingresar en un lote en la zona de Avia Terai, contó telefónicamente a este diario que “a simple vista se observa que hubo un fuerte ataque de palomas y también se vieron algunas bandadas de cotorras”. Contó que en un lote al sur de Napenay, los rindes disminuyeron en un 25 % de lo esperado “pero hay zonas más al sur con más ataques que se perdieron más del 30 %”. En el Chaco, y de acuerdo con los datos oficiales, el área de siembra fue de 152000 hectáreas. Desde las primeras entregas de la oleaginosa, los productores expusieron con preocupación esta situación. En La Tigra, productores denunciaron que sus lotes fueron blanco de un impresionante ataque de palomas y cotorras “y no nos quedó otra medida que largar las vacas a comer el girasol”, dijeron. Señalan los chacareros que en algunos lotes las pérdidas alcanzaron casi el 50 % de la producción. “No queda más de media torta con semilla, se la comen toda, y es más económico largar las vacas que cosechar”, agregaron.
Medidas para mitigar el impacto
A raíz de un trabajo de investigación encarado por la Asociación Argentina de Girasol (Asagir) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), con el apoyo de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (Minagri), se recomienda, como una importante medida de prevención, “acortar el período de exposición del cultivo a las palomas mediante una cosecha anticipada”, y aclara que con 16 % de humedad el girasol está en condiciones de ser cosechado. También plantea que, en los casos que el ambiente lo permita, se puede desecar químicamente el cultivo con productos aprobados. El uso de defoliantes químicos constituye una alternativa de manejo que acorta el secado del cultivo de 18 a 22 días, reduciendo el tiempo de exposición del grano a la paloma y contribuye a homogeneizar el nivel de humedad del cultivo antes de entrar a la trilla, aumentando la eficiencia de la cosecha. Estos productos se deben aplicar cuando el cultivo se encuentra en estado de madurez fisiológica, es decir, cuando el capítulo vira a un color marrón claro, o la humedad está en 28 % (recordar que la planta completa la carga de sólidos al grano cuando estos tienen 34 % de humedad).
Fuente: Norte Chaco
Lunes, 5 de enero de 2015
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