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Espectáculos "Como artista necesito reinventarme" El actor le dio un nuevo giro a su faceta de cantante y presenta su disco Ahora, con canciones pop. "Sería un logro ser cantautor como el Nano Serrat o Alejandro Sanz." Sonrisa de costado y voz impostada desde el saludo inicial. Sin maquillaje, Juan Darthés se muestra bastante parecido al galán de novela que cosecha suspiros en su "público amplio", tal como él define: "Desde las nenas de Patito Feo que ya crecieron, hasta las señoras que me siguen desde hace años." Se siente cómodo en el rol, no reniega, lo disfruta.
Como actor tiene una carrera consolidada, trabajó entre otros programas en Gasoleros, 099 Central, Soy gitano, Culpable de ese amor, Dulce amor y en la actualidad Camino al amor (Telefe). Como cantante estuvo, sobre todo, ligado al tango hasta que este año, en el que acaba de celebrar sus 50, presenta un disco que, de la mano de Warner Music, lo anuncia como el músico que se lanza definitivamente a la escena pop latina. Y, no por casualidad, el título del álbum es Ahora. "Sí, tiene que ver con mi presente. Con este ahora. Lo vivo como un regalo.", contó en entrevista a Tiempo Argentino.
–¿Es regalo y no consecuencia? –No, por supuesto. Es un desafío lindo. Quise hacerlo. Por supuesto, es consecuencia de todo lo que vengo laburando. Lo tomo como eso. Me parece lindo reinventarse desde este lugar. Hay momentos en que es necesario reinventarse, yo lo hice de este modo.
–¿De dónde surgió el cambio? –La propuesta vino de Warner a partir del éxito que tuvimos con Dulce amor y la relación que se generó con Sergio Dalma. Cantamos "El mundo" en el Gran Rex, estuvimos en Villa María y vieron lo que pasaba con el público, entonces empezamos a vislumbrar la posibilidad de llevarlo al mercado latinoamericano. Con la propuesta, además de que la música estuviera en una novela, de que sea parte de la musicalización en las partes románticas. Fue un armado lindo para jugarse.
–¿Sergio Dalma fue el puntapié inicial? –Sergio es un referente muy importante del pop que participa en mi disco. Cantamos "Estoy aquí". Él accedió de muy buena gana. Me llamó cuando terminamos de grabarlo y me dijo: "Me encanta lo que pasó, cómo suena." Para mí fue muy bueno, como una linda señal.
–¿Qué pasó con vos? Venías presentándote como artista de tango. ¿Eso tenía que ver con el legado de tu papá? ¿Ahora te descubriste cantando baladas? –Nunca es tarde. Hice muchos repertorios diferentes. Hice comedias musicales que nada tenían que ver con el tango, como El beso de la mujer araña, Nine. El actor siempre está, no puedo negar lo que soy y lo que fui. Al contrario, me subo a eso. El tango tuvo que ver con mi infancia y con mi sustento. Mi viejo ganaba plata cantando tangos, es un referente muy importante. Nada de lo que he vivido restó, al contrario, sumó y ayudó a que llegara acá. También hubo un momento que hice Arráncame la vida, una comedia musical de boleros dirigida por Chico Navarro. Me di en mi vida lujos increíbles y recorrí todo el país cantando melódicos. Con Patito Feo canté melódicos y estuve cantando en estadios en España y Latinoamérica. No es que tuve mala suerte. Lo que pasó es que, para empezar a salir en las radios, si no estás acompañado por una discográfica no tiene sentido salir con un melódico.
–¿El tango fue tu primer amor y ahora lo abandonás definitivamente? –Vengo cantando tango desde hace un montón de tiempo. Si me quedo instalado en "Naranjo en flor" llega un momento en que no existe más. Como artista necesito reinventarme cosas, si no en el escenario es cantar y generar siempre lo mismo. No podés estar todo el tiempo haciendo lo mismo. Esto te revoluciona internamente. Tenés que cambiar. Naturalmente lo necesité.
–¿Qué revolución antecedió a este disco? –Tiene que ver con el amor. De cantar desde un lugar de seducción que, de hecho, yo lo hacía en el tango, pero acá es claro, es neto. Antes era cubierto con poesía y ahora es más simple, más llano. Cantarle al amor y relacionarse con el público desde el lugar de enamorarse. Busco cosas que me movilicen, tiene que ver con el lugar, con la alegría. Es un buen momento para ofrecer esto sin ninguna pretensión más que cantar temas que son míos y que los canté yo por primera vez, que también tiene otro valor.
–Ahora tiene dirección artística de Sebastián Mellino y Luis "Darta" Sarmiento, quienes también aportaron la mayoría de las composiciones originales. ¿Cómo fue el trabajo con ellos? ¿Estuvieron coordinados? –Por supuesto. Vivía en la casa de Sebastián. Trabajamos la colocación de la voz, la manera de interpretar, el color, sin perder la personalidad del timbre. Pero había que hacer un cambio y contar otros colores musicales. ¡Laburamos muchísimo! También hay una cumbia. Cuando Quique Estevanez me llama para hacer Camino al amor, me dice que iba a interpretar a un colectivero cumbiero… entonces propuse: ¡Vamos a hacer cumbia! Y salió algo que tiene alegría y esa cosa de energía que se comparte.
–¿Hoy estás más acorde a ese tipo de expresión antes que a la del cantor engominado? –Nunca estuve como cantor iluminado por el farol. He hecho candombes y murgas. Siempre necesité la cosa popular. El cuerpo me pedía salir de eso más rígido.
–Las canciones cuentan historias de desamor. –¡Que no tienen que ver conmigo! Yo estoy muy bien en cuanto al amor. Pero para la propuesta del disco, dramáticamente, es positivo. El tango tiene mucho de eso.
–¡Con otro ritmo, pero hay lamento de tango! –Sí. Hay algo de tango y no puedo negarlo. "Ahora" es una lágrima. Pero también hay temas que le cantan al amor como "Te amo", "Te amaría". Es raro en el tango que haya un tema que apueste al amor. La mayoría es de añoranza. En Ahora hay temas que son positivos.
–Y qué decís, ¿el lamento es efectivo como herramienta de seducción? –(Risas) El perdedor vislumbra la posibilidad de ganar, uno camina para llegar a la lucecita del fondo. Si no vislumbrara eso, no empieza el juego de la seducción. ¡Siempre pienso que podés llorar peor!
–¿Coincidís con quienes sostienen que la parte más divertida de toda la relación es el inicio? ¿Después de la conquista los vínculos se tornan tediosos? –No soy el mejor ejemplo. Hace 21 años que estoy con mi mujer.
–No esquives la respuesta. ¿Es más movilizador el momento de la conquista que empeñarse en alimentar un vínculo? ¿Cómo lo vivís? –La parte más linda es la relación en sí. Es descubrir la energía que tiene la mujer. Yo tuve la suerte de trabajar entre trece mujeres, solo, en Nine. ¡Era escuchar veinte agudos todo el tiempo! Y en esa experiencia me pregunté: ¿dónde tengo que montarme yo ante esta energía que tienen estas mujeres? Si te montás en esa energía, vas bárbaro. Es un juego. Las mujeres pueden gritarte un montón de cosas pero es un juego. El tema es cuando vos creés que eso es otra cosa. Eso es para mí lo más lindo, cuando uno juega.
–Conclusión: ¡te encanta ese juego! –¡Obviamente, me en-can-ta!
–¿Tu mundo ideal está más próximo al de hombres solos sin mujeres o al de vos solo entre muchas mujeres? –Hombres solos... ¡no! Aunque uno podría pensar que sería un mundo más simple, pero no. Siempre tiene que estar la otra mirada, la de una mujer. A mí me pasa así. En casa somos tres hombres (tiene dos hijos, Tomy y Gian) y una mujer. Creo que si, no hubiera esa energía, nos cagamos a palos los tres. María, mi mujer, aporta el equilibrio exacto de todo. No creo para nada en un mundo de hombres solos.
–¿Por qué?, ¿cuál es la diferencia de la mirada de una mujer? –Es la luz, siempre ven algo diferente. Es la que te abre la ventana. Nosotros somos muy básicos, siempre miramos para un mismo lugar.
–Volviendo al trabajo del disco, veo que no firmás como autor ninguna letra. –No. No me daba el cuero para afrontar eso ahora. Sería un gran logro ser cantautor, como lo que hace el Nano Serrat o Alejandro Sanz. Cantar lo que uno piensa y siente. Pero no me daba. Lo tendría que haber hecho con muchísimo más tiempo. Cuando empezamos a trabajar este material salía la novela, teníamos que elegir e ir a lo concreto. Más adelante, ¿por qué no? «
La llegada al medio siglo
–Acabás de cumplir 50 años. ¿Venías lamentando en los anteriores la cercanía al cambio de década? –¡Es un número! Ya no se cuenta más. Es fuerte
–¿Por qué? –Uno no se siente de la edad que tiene. Hay muchos proyectos pero el tiempo pasa y está.
–¿Cómo era tu proyección de cómo te tenías que sentir a los cincuenta? –¡Nunca lo pensé! Me siento bien. Me siento con ganas de dar. Me cuido para estar bien. Ya se sabe: Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. Estoy feliz de llegar a esta edad. Estoy contento por lo que logré.
–Enunciame esos logros. –Todos tienen que ver con mi familia. Me siento muy feliz con los hijos que tengo y con María, mi mujer. Me siento orgulloso de ese refugio que armamos. Me siento bien con mis amigos. Puedo caminar por la calle y hay como un guiño cómplice con la gente y me siento seguro con lo que hice profesionalmente.
El amor imposible de la novela al video clip
El lanzamiento del disco sumó el clip de “Ahora” que reproduce la historia de Ángel y Gina, los roles de Darthés y Sol Estevanez en Camino al Amor la novela de Telefe.
–¿Cómo sigue la historia entre ellos dos? –El destino va a ayudar a que la sangre no llegue al río. Me pareció interesante contar una historia de amor a través del desencuentro porque hemos generado un cariño muy especial en el público. Y hemos tenido dos escenas de amor en toda la novela. Ellos tardaron en llegar al encuentro, después hubo un tiempo de felicidad y después con el descubrimiento de la identidad de ella, imposible.
–¡La moral como conflicto! –¡Claro! Imposible salir de ese lugar. Pero eso dio algo de seducción, de querer y no poder. Hubo una escena en donde hicimos el amor y nunca más. Es raro que pase eso en una historia de amor y que la gente esté tan expectante. Y a partir de este cuento empezaron a conocerse varias relaciones entre hermanos.
–Pero en tu vida real mejor no elegir semejante melodrama. –No, ¡por supuesto!
–Repetiste que Gina y Ángel sólo tuvieron escasos encuentros. ¿Estás protestando por poco? –¡No! (Risas) Cuando hay una historia bien contada esa tensión sostiene la expectativa. De hecho si hicieras una historia donde siempre se estuviera bien, no la ve nadie. La gente quiere ver la imposibilidad y no el logro. Es la regla de la novela. Pero nunca pasó esto de tanto tiempo. Me pareció muy llamativo estamos grabando adelantado y la gente va a estar muy feliz con lo que va a pasar.
–¿Terminan este año o siguen el año que viene? –Terminamos este año. Hubo como un planteo de las fans para que siguiera pero la idea es terminar en diciembre.
–¿Está llegando el desenlace? –Estoy grabando el desenlace. Vamos por el capítulo 120.
–¡Terminan juntos! –(Susurra) Sí, por supuesto.
"No podés crecer sin la mirada del otro"
Frente a la consulta sobre cómo se sintió al escuchar el disco por primera vez, Juan se despoja y confiesa: “Escucho el material y creo que ha mejorado diez millones de veces más, porque el disco en estudio tiene otro poder”. Sin embargo, le brilla la mirada cuando se imagina cantando en vivo frente a su público. “El vivo te genera otra cosa. Soy bicho de escenario. Veo lo que le pasa al público. La idea es hacer presentaciones promocionales. La intención es que la gente conozca el disco, compartir lo que pasa en el escenario.”
–¿Qué pasa arriba del escenario? –Hay otra energía… –Necesitas la energía de otros. ¿Solo no querés? –¡Completamente! Eso me hace crecer. El mirar al otro se hace fundamental, no podés crecer como artista y ser humano sin la mirada del otro. Yo creo mucho en eso, crecer con el otro. –¿Hay fechas de presentaciones? –El 8 de diciembre, me invitó Valeria Lynch al Gran Rex, voy a cantar “Ahora” y “El mundo” con ella. Ese mismo día voy al Mercado Central de La Plata. Y el 29 de noviembre estaré en el Teatro Coliseo Podestá de La Plata, con entradas gratuitas y luego se vienen algunos festivales en las provincias en verano.
fuente: todoshow
Sábado, 22 de noviembre de 2014
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