Política "Brasil necesita de Sudamérica para actuar en el mundo" El ministro de Defensa brasileño, Celso Amorim, presentó en Buenos Aires 'Breves narrativas diplomáticas', relato de sus años como canciller de Lula Da Silva. Habló con Infobae sobre el narcotráfico, Venezuela y el Mundial
Las narrativas son breves, pero los asuntos son arduos", aclaró Celso Amorim, funcionario del gobierno de Dilma Rousseff y ex ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, al presentar en Buenos Aires su último libro, Breves narrativas diplomáticas.
El ensayo, publicado en español por la editorial Taeda, recopila apuntes sobre la política exterior de Luiz Inácio Lula Da Silva entre 2003 y 2010. Durante ese período, en el que Brasil se posicionó y se consolidó como un actor de peso a nivel mundial, Amorim se desempeñó como ministro de Exteriores. El libro incluye desde la intervención latinoamericana ante las protestas contra el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, hasta el plantazo regional a la asociación de libre comercio ALCA, impulsada por Estados Unidos.
"La política exterior del gobierno de Lula Da Silva ha sido muy intensa. Desde el año 2005, tomé muchas notas. Quise escoger algunos procesos como el ALCA o la reacción ante la guerra de Irak y mostrar lo que había pasado para que no quedaran perdidos. A mí me tocó vivir esas experiencias", explicó Amorim. "Brasil no es lo suficientemente grande cuando se trata de dialogar con EEUU o China"
"Los primeros años fueron muy simbólicos para lo que vendría, con los esfuerzos para la integración latinoamericana, la postura no alineada en determinados temas globales y las iniciativas en África. Ahí está el embrión de la política que se desarrolló después", agregó.
Amorim recuerda que una de las primeras acciones del gobierno de Lula da SIlva fue intervenir a través del grupo Amigos de Venezuela para reducir la tensión entre oficialismo y oposición luego del fugaz golpe de Estado de 2002.
¿Se repite la historia con la participación de la Unasur ante las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro? "La solución definitiva a los problemas de Venezuela solo la pueden encontrar los venezolanos. Pero nosotros podemos ayudar y hoy la Unasur tiene un papel central", dijo Amorim.
"Creo que el diálogo entre Maduro y la oposición, impulsado por Unasur -agregó- será exitoso, con respeto de la institucionalidad venezolana. También me parece muy interesante que ahí estén presentes países con tendencias ideológicas muy distintas, porque eso demuestra que no es una cuestión de izquierda o derecha, sino una cuestión de diálogo político y democrático", aseguró el funcionario.
Como ministro de Defensa, Amorim ha intensificado los operativos militares para contener el narcotráfico y el contrabando en las fronteras de Brasil, un país cuyo territorio linda prácticamente con toda América Latina. También ha tenido a su cargo la aplicación de medidas extraordinarias para el Mundial de Fútbol que inicia el 12 de junio.
"En Brasil se desarrolló un plan de las Fuerzas Armadas en los límites, la operación Agatha, que actúa también como disuasión. Tenemos 7 mil kilómetros de frontera y eso expone al país al ingreso de drogas, explosivos y armas. Hay todo un programa de seguridad y es la forma más eficaz de combatir la criminalidad en las ciudades, porque además aumentó el consumo de drogas en los grandes centros urbanos de América Latina", indicó.
A la par de los operativos contra el narcotráfico, Brasil se prepara para hacer un gran despliegue de tropas durante la competencia mundialista. La prensa local reveló que se dispondrán alrededor de 57 mil militares y que se invertirán 870 millones de dólares en total.
"No creo que Brasil tenga ningún problema de seguridad durante la Copa del Mundo. Es improbable que haya terrorismo o uso de armas químicas, pero hay que estar preparados. Las Fuerzas Armadas también funcionan como fuerza de contingencia para evitar acciones que perjudiquen a los turistas, aunque estoy tranquilo con que haya manifestaciones", sostuvo.
"Política exterior altiva y activa"
Durante la presentación del libro, que tuvo lugar en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) -con la participación del ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi, el economista Aldo Ferrer y el ex ministro de Exteriores Jorge Taiana, así como el ex presidente paraguayo Nicanor Frutos-, Amorim compartió una anécdota.
Cuando fue nombrado oficialmente canciller por Lula Da Silva, tuvo que improvisar un discurso de tres minutos. Dos adjetivos se le ocurrieron en ese momento para describir como sería la política exterior: altiva y activa. Lejos de parecer elegidas al azar, ambas palabras calzan a la perfección con el posicionamiento internacional de Brasil logrado en aquellos años. "Brasil está condenado a un rol protagónico"
"Altiva porque era una política que partía de la necesidad de defender nuestra soberanía en el contexto mundial y sudamericano", justificó.
"Brasil es muy grande en términos de geografía, población y economía, pero para actuar en el mundo necesita de Sudamérica. No es solamente una manifestación de solidaridad, sino una visión estratégica. Brasil no es lo suficientemente grande cuando se trata de dialogar con los Estados Unidos o China, pero Sudamérica, sí. Este es un mundo complejo y multipolar que no sabemos hacia dónde camina, pero tenemos que avanzarlo juntos".
Activa, en tanto, porque "Brasil está condenado a un rol protagónico". "Es muy grande para estar escondido. Lo que pasa en la antigua Yugoslavia, Medio Oriente, la guerra o la paz interesan a Brasil. La actividad también consiste en ser capaz de reaccionar a la agenda impuesta por las potencias y en ser capaz de contribuir para hacer la agenda del mundo. Hay que participar del gran juego de la política mundial", dijo.
Fuente: Infobae
Miércoles, 16 de abril de 2014
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