Internacional El papa Francisco pidió a los nuevos cardenales "permanecer unidos" y evitar las intrigas El Sumo Pontífice celebró la Santa Misa con los 19 nuevos integrantes del Colegio cardenalicio. Entre ellos se encuentra el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli. "Les pido su cercanía con la oración, el consejo, la colaboración" Francisco concelebró hoy la Eucaristía con los 19 cardenales que nombró ayer con la histórica presencia del papa emérito Benedicto XVI en una solemne ceremonia en la Basílica de San Pedro y ante todos los purpurados llegados al Vaticano con motivo del primer Consistorio de su pontificado.
Cientos de familiares de los cardenales y delegaciones oficiales de los países acompañaban hoy a los purpurados, mientras que centenares de fieles abarrotaban la Basílica.
Durante la homilía, el papa se dirigió a los 218 cardenales, de los que 122 son electores y 96 no, al haber traspasado la edad de 80 años.
El papa dijo a los flamantes purpurados que "entran en la Iglesia de Roma, no en una corte" y les instó a "evitar hábitos y comportamientos cortesanos, intrigas, habladurías, camarillas, favoritismos, preferencias". "Que nuestro lenguaje sea el del Evangelio: 'Sí, sí; no, no'; que nuestras actitudes sean las de las Bienaventuranzas, y nuestra senda la de la santidad", añadió.
Asimismo, les dijo: "Permanezcamos unidos en Cristo y entre nosotros. Les pido su cercanía con la oración, el consejo, la colaboración. Y todos ustedes, obispos, presbíteros, diáconos, personas consagradas y laicos, únanse en la invocación al Espíritu Santo, para que el Colegio de Cardenales tenga cada vez más ardor pastoral, esté más lleno de santidad, para servir al Evangelio y ayudar a la Iglesia a irradiar el amor de Cristo en el mundo".
"Imitar la santidad y la perfección de Dios puede parecer una meta inalcanzable", señaló y explicó que "el comportamiento de Dios puede convertirse en la regla de nuestras acciones". "Pero recordemos que, sin el Espíritu Santo, nuestro esfuerzo sería vano", sostuvo, al tiempo que agregó que "con su fuerza creadora y renovadora, el Espíritu Santo sostiene siempre la esperanza del Pueblo de Dios en camino".
Hizo alusión al Levítico que dice: "No odiarás de corazón a tu hermano... No te vengarás, ni guardarás rencor (...) sino que amarás a tu prójimo" y dijo que estas actitudes nacen de la santidad de Dios.
"Nosotros, sin embargo –dijo el papa argentino–, somos tan diferentes, tan egoístas y orgullosos; pero la bondad y la belleza de Dios nos atraen, y el Espíritu Santo nos puede purificar, nos puede transformar, nos puede modelar día a día".
La segunda antítesis se refiere a los enemigos: "Habéis oído que se dijo: 'Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo'", comentó. "Yo, en cambio digo 'amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen'", aseveró Bergoglio.
En línea con la actitud de austeridad de su pontificado, el papa argentino aseguró que Jesús no ha venido para enseñarnos los buenos modales, las formas de cortesía.
"Para esto –refirió– no era necesario que bajara del cielo y muriera en la cruz. Cristo vino para salvarnos, para mostrarnos el camino, el único camino para salir de las arenas movedizas del pecado, y este camino es la misericordia".
"Ser santos no es un lujo: es necesario para la salvación del mundo", subrayó el pontífice, quien añadió: "Amemos a quienes nos contrarían, bendigamos a quien habla mal de nosotros, saludemos con una sonrisa al que tal vez no lo merece, no pretendamos hacernos valer, contrapongamos más bien la mansedumbre a la prepotencia, olvidemos las humillaciones recibidas".
Además, les pidió a los purpurados cercanía con la oración, el consejo, la colaboración y que unan en la invocación al Espíritu Santo, para que el Colegio de Cardenales tenga cada vez más ardor pastoral, esté más lleno de santidad, para servir al Evangelio y ayudar a la Iglesia a irradiar el amor de Cristo en el mundo.
Con el nombramiento ayer de 19 prelados, el numero de cardenales aumentó a 218, de los cuales más de la mitad (116) son europeos, seguidos por los latinoamericanos (34), entre los que se incluyó el argentino Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires.
En cuanto al resto de divisiones por continentes que establece el Vaticano, América Septentrional suma 24 cardenales; Asia tiene 20; África, 19 y Oceanía, cinco.
Europa es el continente que más purpurados gana tras la celebración de este Consistorio, con ocho nuevos nombramientos, uno de ellos español, seguido por América Latina, que aporta cinco nuevos nombres. África y América Septentrional tienen ahora dos cardenales más, respectivamente, mientras que Asia y Oceanía añaden un prelado en cada caso.
fuente: Infobae
Domingo, 23 de febrero de 2014
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