Espectáculos Kevin Johansen despide el año y prepara un disco nuevo para 2014
“Entre Latinoamericanos nos vamos conociendo las mañas y aprendimos a disfrutar las diferencias en lugar de padecerlas”, evaluó el cantautor Kevin Johansen tras girar por la región con su disco “Bi”, mientras prepara el show de este sábado en el Gran Rex, donde reeditará su clásico concierto de “Fin de Fiesta” junto al dibujante Liniers.
A poco más de un año de haber presentado “Bi”, el disco doble que reunió la impronta inconfundible del folclore regional con un sonido más poderoso y rockero, el músico celebra el mestizaje latinoamericano que descubrió en sus conciertos por diferentes países.
“Cuando viajas te vas dando cuenta cómo nos fuimos acercando todos. Hay algo de empatía sincera, de celebración de nuestra diversidad que está buenísima y que va forjando una identidad musical latinoamericana”, resaltó quien además es creador del festival El Vecinal, encuentro que reúne artistas de la región con poca prensa internacional.
“¿Por qué vienen Dios y María Santísima de Europa y Estados Unidos y no la mejor banda de Chile o Paraguay? A partir de esa pregunta decidí armar festivales itinerantes como una forma de alimentar ese espíritu de confraternidad cultural que está cada vez más presente”, reflexionó el autor de “Sur o no sur”.
Hoy, mientras prepara la salida de “Bi (s)”, el segundo libro de collage que editarán junto al dibujante Liniers por Ediciones La Flor, a Johansen sólo le queda despedir el año a su manera: con un concierto en el Gran Rex y a pura liturgia festiva junto a su banda The Nada y el autor de “Macanudo”.
-¿Qué tenés en mente para el “Fin de Fiesta” de este año? Es la quinta vez que lo repetimos y, como diría el Bambino, la base está. La idea es hacer un poco lo que hacemos siempre: Liniers en su escritorio de dibujante, los The Nada, invitados amigos y a desinflarnos con el público después de un año intenso. Son espectáculos más descontracturados, vamos a subir entre el público, tirar aviones y hacer lo que hacemos siempre.
-¿Qué es lo que más disfrutas de tocar en vivo? Esa sensación de estar sin red, de no saber qué te espera, del aquí y ahora que te impone el vivo. Me encanta eso porque más allá de que lo tengas guionado y sepas el feng shui de la lista yo vuelvo loco a mis músicos, porque como se saben todas las canciones y eso me permite improvisar siempre.
-¿Qué parte artística tuya se satisface con la edición de un segundo libro? Primero fue “Oops!” en 2009 y ahora sacamos “Bi (s)”, que la idea fue que como los discos físicos ya no ponen las letras, aprovechamos que un álbum doble tiene un montón y era ideal para sumarle fotos, collages, afiches, dibujos. Para mí es como un regalo: desde Ediciones La Flor me preguntaron si quería escribir algo y yo pensé en las canciones, en que podíamos empezar por ahí.
-Hace más de un año que “Bi” salió a la venta. En tiempos de singles, hits y las descargas por Internet, ¿Cuál es el balance de haberte atrevido a sacar un disco doble? Siempre, en cualquier caso, el desafío es que los temas perduren. Aunque sólo algunos tienen esa chance. En el caso de “Bi” tuve una buena sensación, porque con esa cosa dual que tiene fue ideal para seguir acaparando: al público cautivo que está y que es del palo más folclórico, de música latinoamericana; pero también a los desprevenidos que se pueden enganchar con temas más modernos, de rock.
-De hecho, a una semana de su lanzamiento el disco se convirtió en número uno de descargas pagas por Internet en América Latina…. Sí, al principio el tema de Internet te genera cierta ansiedad, pero después te das cuenta que la música está en el aire, que es invisible, intangible y que es un fenómeno espacial muy extraño. Los únicos poros que no podemos cerrar son los oídos así que bienvenido sea. El bacalao se corta en el vivo, es el nuevo fenómeno.
Fuente: Télam
Jueves, 26 de diciembre de 2013
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