El Papa argentino El otro papable argentino celebró la llegada de Francisco a la Iglesia Leonardo Sandri, el otro cardenal nacional que figuraba entre los candidatos a suceder a Benedicto XVI, consideró que su compatriota traerá "una primavera" a la institución
El cardenal Leonardo Sandri era considerado por su edad –69 años– un candidato a ocupar el lugar que el papa emérito Benedicto XVI dejó vacante a fines de febrero de este año debido a su edad.
Sin embargo, consultado acerca de las versiones que lo posicionaban como mejor candidato al Pontificado por su edad, Sandri aclaró al diario La Nación que "lo de los papables no tiene ningún sustento institucional. Son previsiones de analistas que pueden acertar o no".
Además, agregó que no se sintió sorprendido por la elección de Jorge Bergoglio como nuevo Pontífice y comentó sus planes de invitar a Francisco, quien fue su prefecto en el seminario, a comer un puchero a su hogar.
Sobre el momento en que Bergoglio alcanzó los 77 votos que lo convirtieron en Francisco en la Capilla Sixtina, Sandri dijo que había "una especie de suspenso gozoso porque ya se preveía el resultado".
Consultado sobre los gestos de humildad de Francisco, Sandri comentó que "su nombre es un mensaje" y que considera que el del actual Papa "es un Pontificado revolucionario en el sentido de que nos hace volver a lo esencial a todos nosotros. O sea, a purificarnos, a convertirnos y, en este sentido, el programa del papa Francisco es vivir con esos valores esenciales y auténticos".
Sandri además sostuvo que Francisco escuchó lo dicho por los otros cardenales respecto de la necesidad de un cambio en la curia y señaló que el nuevo Papa tiene las herramientas necesarias para poder llevar a cabo una reforma y acercar la curia a la gente.
El cardenal calificó de extraordinario el hecho de que haya un Papa argentino en el Vaticano y, consultado acerca del acercamiento con la presidente Cristina Kirchner, dijo que cualquier gesto o palabra de Francisco apuntará a pedir paz y reconciliación, al tiempo que apuntará a "superar los odios", lo cual significa un bien para el país y no solo para un partido político en particular.
Asimismo, opinó que podría ayudar a bajar la crispación política en el país y finalmente sostuvo que con Francisco comienza "una nueva primavera para la Iglesia y, por lo tanto, con sus frutos, también para el país".
Fuente:Infobae
Domingo, 24 de marzo de 2013
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