Deportes Razones de punteros Vélez y Lanús, cada uno con su estilo, son los que encabezan la tabla. Dos equipos ofensivos, dos clubes que crecen todos los días, dos instituciones que apuestan a los chicos de las inferiores para ir a buscar el título.
Ramón Cabrero, de musculosa y botines, se entrevera entre los autos del estacionamiento. Detrás, una obra en construcción, los trabajadores, los baldes y los ladrillos. Porque Lanús, mientras usted lee esta nota, construye una estructura a espaldas de la popular local. Siempre hay algo nuevo en el estadio del sur del Conurbano. El 11 de septiembre, de hecho, se inaugurarán los palcos con un show musical: Gustavo Cordera, Marcela Morelo y Los Auténticos Decantes. Los llamarán Julio Grondona. Esa, es cierto, es una forma de construir. Lo cierto es que Cabrero, 65 años, el único entrenador en ser campeón en Primera, camina entre los niños del jardín de infantes del club por la calle interna –la continuación de Guidi que lleva su nombre y apellido– porque volvió para coordinar las inferiores. Christian Bassedas, camisa negra, ya en otra secuencia, al oeste de Buenos Aires, se para al lado de Ricardo Gareca. Se encuentran en la Villa Olímpica, un lugar que lo sitúa a uno como en un campo de entrenamiento de los más bellos y sofisticados de Europa. En La Masía, por ejemplo, porque mientras entrena el equipo de Primera, por las canchas de los alrededores corren los juveniles. Contagio, espejo. Bassedas, 39 años, es hoy el mánager y confirmó que seguirá en el cargo en 2013. Estuvo diez años en el Fortín, fue incluso campeón de la Copa Intercontinental 1994 y eligió, a contramano de la popular, a Gareca. Vélez cimienta tomando distancia de la AFA de Grondona. Otra forma válida. Cabrero y Bassedas, Lanús y Vélez. La previsión: el triunfo de la lógica. ¿Acaso por eso son los punteros? En parte. El Grana y el Fortín, en este siglo, pelearon dos campeonatos: ambos, el Clausura 2009 y 2011, los ganó Vélez. Guillermo Barros Schelotto, entonces, dice: “Quedan tres finales y trataremos de ganar la primera contra Estudiantes. No es especial para mí. Me debo a Lanús y no puedo meter sentimientos del pasado. Sabemos a qué jugamos, hay jugadores con experiencia y una buena defensa. Hemos ido ganando en confianza y evolucionando”. Gareca completa: “Tenemos que mentalizarnos para ganar todo. Nos vemos bien para el sprint final. Tenemos un rival complicado. All Boys viene de ganarle a Newell’s. Pero estos partidos hay que jugarlos. Estamos enteros.” El punto en común es que son equipos ofensivos: los eufemismos “compacto” y “equilibrado” les son ajenos. Son los más goleadores: 23 para Lanús y 24 para Vélez. 10-2-4, el récord de ambos de partidos ganados, empatados y perdidos. Otro: la inclusión de pibes mechados con refuerzos. Guido Pizarro y Silvo Romero junto a Mario Regueiro; Fernando Tobio y Alejandro Cabral junto a Facundo Ferreyra. Otro: salir por abajo. Una diferencia: Vélez juega con Federico Insúa, un enganche, y necesita adueñarse de la pelota para atacar; Lanús lo guarda en el banco –Diego Valeri–, y en un frenesí –los laterales al ataque, diagonales, dos pases cortos, uno largo– puede sacar la ventaja. Otra: el Granate fue de menor a mayor –siete partidos ganados en serie, lo que nunca había logrado el club-; Vélez se granjeó de movida, y fue encontrándose después de la salida de Juan Manuel Martínez, Augusto Fernández, Víctor Zapata y Fernando Ortiz. Son los candidatos: la consagración de la planeación en el alto rendimiento; siempre, pero siempre, dentro del arte de lo imprevisible: el fútbol.
Fuente: Info News
Jueves, 22 de noviembre de 2012
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