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Gobernación Capitanich apuntó al rol del Estado “para generar una economía de mercado virtuosa” "El Estado debe mantener su rol contra cíclico e impulsar la demanda agregada propiciando la continuidad de la reactivación económica. Para ello resulta necesario generar más divisas a través de las exportaciones y mejorar el perfil de financiamiento de las políticas públicas", señala la nota de opinión firmada por el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich publicada en la edición de este lunes del diario Ambito Financiero.
Las medidas de política instrumentadas en el año 2021 han iniciado un ciclo de recuperación económica, aunque sujeto a la resolución de restricciones estructurales que continúan afectado la estabilidad de la economía del país. Estas restricciones deben ser resueltas para afianzar la recuperación productiva, la atenuación de las desigualdades sociales y garantizar mejoras sostenibles en los niveles de ingresos de los hogares.
Los indicadores de actividad económica permiten afirmar que este año la economía Argentina tendrá un crecimiento que alcanzará al 10% PIB, lo que equipararía la caída registrada durante el año 2020 debido a la pandemia. Estos indicadores reflejan también que la recuperación económica abarca, con grados diferenciales de intensidad, a la mayoría de los sectores, situación que permite posicionar a nuestra economía por encima de los niveles previos a la pandemia.
Los resultados de las estrategias construidas desde el gobierno nacional, sumadas a las acciones y medidas específicas de apoyo a la reactivación económica aplicada en el ámbito de las provincias argentinas, se están manifestando en el incremento de la producción, el aumento del empleo, así como en la tasa de inversión y en el volumen de las exportaciones.
Sin embargo, una de las restricciones que enfrentamos, y que debemos resolver es el endeudamiento externo, fundamentalmente el contraído en los años del macrismo donde 45.000 millones de dólares de deuda no se utilizaron para mejorar la capacidad productiva, la infraestructura, la logística, ni para mitigar las necesidades básicas insatisfechas de los hogares de nuestro país.
Superar esta restricción implica asegurar condiciones para mantener la estabilidad macroeconómica en el mediano y largo plazo, y para ello resulta imprescindible refinanciar la deuda con el FMI sobre la base de términos que permitan que la economía argentina continúe recuperándose a un ritmo similar al que ha evidenciado en el transcurso del año 2021.
Crecimiento
La superación de la restricción externa resulta necesaria debido a la insuficiencia de la oferta de divisas en el mercado formal y su exceso en el mercado informal, ya que esto implica la coexistencia de un régimen de control con tipos de cambios múltiples en una economía bimonetaria. Esta realidad impide alcanzar la estabilidad cambiaria y macroeconómica, condiciones necesarias, aunque no suficientes, para el crecimiento sostenible de nuestra economía.
La alternativa posible implica generar dólares a mayor velocidad en un contexto de equilibrio y/o superávit fiscal, para lo cual deberíamos aceptar el desdoblamiento cambiario de un dólar comercial basado en una canasta de monedas y un dólar financiero libre para el resto de las transacciones a los efectos de aumentar la oferta de divisas, junto a incentivos para el desarrollo de complejos estratégicos de base exportadora o dinamizadora de la actividad económica. Este modelo permitirá en el mediano y largo plazo converger a un tipo de cambio unificado y libre como consecuencia de mayor inversión, incremento de la base exportadora y mayor capacidad de generar oferta de divisas por ahorro acumulado y saldos exportables.
Asimismo, el Estado debe jugar un rol central para generar una economía de mercado virtuosa, tanto en la política macroeconómica como en la política de desarrollo sostenible, incluyendo en este concepto las tres dimensiones que lo definen: económica, social y ambiental. El Estado debe mantener su rol contra cíclico e impulsar la demanda agregada para propiciando la continuidad de la reactivación económica. Para ello resulta necesario generar más divisas a través de las exportaciones y mejorar el perfil de financiamiento de las políticas públicas.
Superávit
Es en este contexto que debemos reconocer que el superávit fiscal es virtuoso siempre y cuando esté en función del crecimiento económico y de la equidad social. Y es en este contexto donde también las medidas de control de capitales son necesarias en el corto plazo, pero tienen que ser eliminadas de forma gradual una vez que se logre estabilizar la economía.
Asumimos que la reactivación económica sin redistribución del ingreso genera una mayor concentración económica que termina afectando al pueblo argentino. Si la economía acentúa la generación de empleo genuino el bienestar aumenta, y para ello debemos articular, entre los diferentes niveles de gobierno, estrategias de descentralización de las políticas públicas para hacerlas más efectivas en términos de la asignación de recursos.
En el transcurso del año 2022 debemos profundizar también el desarrollo de una matriz energética con ecualización de precios internos para reducir el impacto de los subsidios en el presupuesto público, con modelos eficientes de distribución eléctrica y tarifa social segmentada. Resulta imprescindible avanzar en la generación de energías limpias, en la sustitución de importaciones y en el desarrollo de yacimientos no convencionales con metas de producción y abastecimiento, promoviendo cadenas con alto valor agregado energético.
La superación de la restricción logística es otro desafío pendiente para el crecimiento económico de nuestro país, así como para su integración dinámica y competitiva al mundo. En este sentido, debemos impulsar la consolidación de los corredores bioceánicos, la hidrovía Paraná-Paraguay, la mejora de las redes ferroviarias y de carreteras, los puertos fluviales y marítimos, las zonas francas, los sistemas de transferencias de cargas y puertos secos, junto a los parques industriales para la integración de las cadenas de valor.
Las medidas anteriores constituyen una muestra indicativa de lo que debemos hacer para superar las restricciones para el desarrollo sostenible de nuestro país. Pero debemos asumir que todo ello debe estar enmarcado en un pacto económico que incorpore componentes fiscales, monetarios y cambiarios con el objeto de construir reglas de compromiso entre todos los actores del sistema político e institucional, basadas en principios de presupuesto equilibrado, reducción de la inflación y aumento de la productividad. Este programa debe lograr superávit fiscal primario y financiero compatible con los servicios de capital e intereses de la deuda pública para el año 2026 al 2033. Del mismo modo, la convergencia de un programa de estabilidad monetaria implicará lograr inflación de un dígito para el año 2024, con un acuerdo de precios y salarios.
Finalmente, y de eso se trata la conducción política, debemos administrar las expectativas de los actores sociales, políticos y económicos, identificar oportunidades para la mayoría de los actores del sistema, manejar los tiempos de las definiciones de políticas públicas pues las demoras innecesarias promueven cavilaciones evitables, y las indefiniciones promueven el desconcierto. Todo en su medida y armoniosamente, como decía Perón, constituye los desafíos de la conducción. El momento es ahora.
Lunes, 13 de diciembre de 2021
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