Internacionales Recta final para las elecciones en Venezuela Los venezolanos eligen a su futuro presidente entre Hugo Chávez, aspirante a permanecer dos décadas en el poder, y el ex gobernador Henrique Capriles, que preconiza un cambio de rumbo frente al actual modelo, en las presidenciales más inciertas desde
La afluencia en los 13.800 centros electorales del país, que permanecerán abiertos hasta las 18 locales (19:30 de la Argentina) o hasta que no queden electores en las colas, era "masiva" a media jornada, según el Consejo Nacional Electoral (CNE). Ambos candidatos votaron pasado el mediodía en Caracas, comprometiéndose a aceptar la decisión de los venezolanos, de los que casi 19 millones estaban convocados a las urnas. El presidente emitió su voto en el barrio popular 23 de Enero, bastión del chavismo, acompañado de sus hijas y de figuras de la izquierda de América Latina, como la ex senadora colombiana Piedad Córdoba y la senadora uruguaya Lucía Topolanski, esposa del presidente José Mujica. "Reconoceremos los resultados sean cuales fueren (...) Aunque sea un voto de diferencia o sean tres millones de votos", afirmó Chávez. También Capriles aseguró que "acatará lo que el pueblo diga", al votar en un centro electoral de la acaudalada urbanización de Las Mercedes, en el municipio de Baruta, del que fue alcalde. Los resultados de estas elecciones serán anunciados por el CNE en la noche cuando la tendencia sea "irreversible". Está prohibida la publicación de sondeos a boca de urna, aunque el propio organismo electoral ha admitido que las redes sociales escapan a su regulación. Unos 139.000 militares velan por la seguridad en estas elecciones, que se desarrollaban pacíficamente. "Queremos reelegir de nuevo a nuestro presidente a ver si me da la casa que estoy esperando", dijo a la AFP Norvi Henríquez, que votó un poco antes en el mismo colegio de Chávez y que se inscribió en uno de los programas sociales del gobierno para recibir una vivienda. "Yo no he conocido otro tipo de gobierno, cuando Chávez llegó yo tendría unos 4 o 5 años, no me recuerdo de otro presidente en mi país y no me parece justo", señaló por su parte María Fernanda Trabaglini, de 18 años, en el centro electoral de Capriles. Chávez pide el triunfo para profundizar su revolución socialista y confía en que las clases populares, que se benefician de los programas sociales financiados por la renta petrolera, vuelvan de nuevo a apoyarlo en las urnas. Capriles acortó la distancia que le separaba del presidente en la mayoría de los sondeos y alguno hasta acabó registrando empate técnico, a lo largo de una campaña en la que recorrió palmo a palmo el país, en una lucha que comparó con la de David contra Goliat, en alusión a los recursos públicos y el control de los medios estatales de los que dispone el chavismo. Chávez, de 58 años, se ha esforzado en los últimos meses en proyectar una imagen revitalizada después de que un cáncer, detectado en 2011 y cuya ubicación nunca reveló, le obligara a pasar largos períodos apartado de la escena pública. Dieciocho años menor, Capriles ha derrochado energía visitando más de 300 pueblos en los últimos meses y preconizado un modelo inspirado en el de la izquierda brasileña -que concilie los sectores público y privado-, frente al desgaste del régimen actual después de casi 14 años en el poder. Este ex gobernador del populoso estado de Miranda (norte) fue elegido candidato de la oposición en unas inéditas primarias en febrero, en las que la participación fue masiva, de tres millones de personas. En 2006, la oposición, unida detrás de la candidatura de Manuel Rosales, fue barrida por el mandatario, que obtuvo 62% de los votos. Las elecciones en Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, han generado gran expectativa internacional, sobre todo en América Latina y el Caribe, donde Chávez ha construido un fuerte liderazgo vendiendo petróleo a condiciones preferenciales a países menores y ofreciendo jugosas oportunidades de negocios a sus aliados. La expectativa en los EEUU también es grande, dado que el presidente ha liderado en la región la oposición a ese país, que de todas maneras le compra casi un millón de barriles de crudo por día. Los partidos políticos desplegaron casi 200.000 testigos capacitados para hacer un conteo de las actas en los centros electorales. El sistema electoral está 100% automatizado, excepto en el extranjero, donde el sufragio es manual y están llamadas a sufragar unas 100.000 personas. Miles de votantes se desplazaron a votar en el exterior, especialmente en Estados Unidos, donde están inscritos unos 37.000 electores, y España, con unos 20.000. Expertos del estadounidense Centro Carter descartaron esta semana que pueda haber fraude y aseguraron que está garantizado el secreto del voto. Más de 200 acompañantes internacionales, entre éstos una delegación de la Unasur que se estrena en este cometido, y una comitiva brasileña encabezada por Marco Aurelio García, principal asesor diplomático de la presidenta Dilma Rousseff, seguirán sobre el terreno el proceso de votación.
fUENTE: Infobae
Domingo, 7 de octubre de 2012
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