Internacionales Nuevos bombardeos y tensión entre Turquía y Siria El país otomano ha vuelto a atacar posiciones en territorio sirio en respuesta a otro obús caído en la provincia meridional de Hatay. Al Assad culpa a los rebeldes, pero no le creen El proyectil cayó en un terreno baldío cerca del pueblo turco de Güvecci, a pocos centenares de metros de la frontera siria, sin causar muertos ni heridos, según informó la agencia de noticias Anadolu. El Parlamento sacó adelante este jueves una moción que permite intervenir militarmente Siria. Ese mismo día, Turquía atacó posiciones sirias que terminaron con la muerte de varias personas, sin que se sepa el número exacto. Una unidad militar estacionada en la zona respondió de inmediato al fuego, siguiendo un protocolo que ya parece haberse convertido en rutina en los últimos días. Otro obús había caído ayer, viernes, en un pueblo de la misma provincia, provocando también una respuesta de la artillería de Turquía, que además es uno de los miembros de la OTAN. El último proyectil que vino de Siria fue disparado durante los combates que el ejército regular sirio y la insurgencia libran alrededor del pueblo de Harapjoz, en la fronteriza provincia siria de Idlib. Ya son tres los obuses que han caído en Turquía desde el que mató el miércoles a cinco miembros de una familia turca en el pueblo de Akçakale, en la provincia de Sanliurfa, unos 250 kilómetros más al este. el Gobierno sirio ha pedido a sus militares que dejen de combatir en la frontera Según el portal Infowars, el representante sirio ante la ONU, Bashar al Jaafari, afirmó que su país expresó condolencias, pero no disculpas, por la muerte de cinco civiles en suelo turco. Al Jaafari subrayó que su Gobierno continúa la investigación del ataque y que hace falta prestar atención a los grupos armados de terroristas sirios que actúan en la zona fronteriza, que a menudo cruzan la frontera para refugiarse del avance de las tropas enviadas por Damasco. El representante sirio desmintió así la ampliamente difundida declaración del viceprimer ministro turco, Besir Atalay, quien dijo el jueves que Siria admitió su responsabilidad por el bombardeo. "Lo han reconocido y han prometido que esto no volverá a pasar", afirmó Atalay a la prensa, momentos después de aprobarse la moción del Parlamento que autorizó al Gobierno a enviar tropas al extranjero. El incidente ocurrido el miércoles en el sureste de Turquía, el más grave entre Ankara y Damasco desde la destrucción de un avión de combate turco por la defensa aérea siria en junio, provocó un fuerte aumento de las tensiones entre los dos países y reavivó los temores de una propagación del conflicto sirio.
Fuente: Infobae
Sábado, 6 de octubre de 2012
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