Hay sólo una posibilidad en 3 millones de que no lo sea Anunciaron el descubrimiento de lo que sería la “partícula de Dios” Es un resultado del funcionamiento del Gran Acelerador de Hadrones. El Laboratorio Europeo de Física de Partículas calificó el hallazgo de histórico, ya que es el elemento que, según la Física, le otorga masa a toda la materia.
Casi con certeza, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) de Ginebra informó el hallazgo de la “partícula de Dios”, el modo popular de llamar al bosón de Higgs, después de haberse teorizado su existencia hace 48 años. Se espera que esta partícula, el elemento que le otorga masa a toda la materia, permita resolver diversas incertidumbres científicas sobre la formación del universo y aumente la comprensión sobre la formación de la masa. Los datos, recibidos por un estruendoso aplauso, fueron presentados por los experimentos CMS y Atlas. Los resultados fueron expuestos por los voceros de ambos experimentos, que buscan desde hace años de manera paralela, pero independiente, pruebas de la existencia de la partícula de Higgs, la última que falta por descubrir en el modelo estándar de física de partículas. Ambos indican con un margen de error cercano a cero –en verdad, de uno en tres millones– que el bosón de Higgs tiene dimensiones comprendidas entre los 125 mil y 126 mil millones de electronvoltios, es decir que pesa entre 125 y 126 veces más que un protón, una de las partículas que constituyen el núcleo de un átomo. Un aplauso interminable invadió la sala cuando terminó la presentación y los datos estuvieron finalmente ante los ojos de todos: gritos, palmas y muchísima emoción se veía en los rostros de los presentes, que tuvo eco en los físicos en conexión desde Melbourne. Luego el director general del CERN, Rolf Heuer, invitó a todos a aplaudir al británico Peter Higgs y los otros cuatro padres de la partícula presentes en el lugar: el belga Francois Englert, los estadounidenses Gerald Guralnik y C. R. Hagen, y el británico Tom Kibble. El bosón de Higgs es llamado “la partícula de Dios” porque gracias a ella todas las cosas tienen una masa y la materia existe así como la conocemos. Esta partícula es el último ladrillo que necesita la física contemporánea para completar su principal teoría, el llamado Modelo Estándar. Este Modelo es una suerte de “catálogo de la materia” que prevé la existencia de todos los ingredientes fundamentales del Universo así como los conocemos. Comprende 12 partículas elementales organizadas en dos familias: los quark y los leptones, que son los verdaderos ladrillos de la materia (presentes en lo infinitamente grande, como las galaxias, en los seres humanos y en el mundo microscópico). Comprende además una familia de otras 12 partículas que son las mensajeras de las tres fuerzas de la naturaleza que actúan en lo infinitamente pequeño (llamadas fuerza fuerte, electromagnética y débil). De estas partículas mensajeras forman parte los componentes elementales de la luz, llamados fotones, y los gluones, que son la cola que une entre sí los ladrillos de la materia, como los quark en el núcleo del átomo. Todos estos componentes de la materia serían inanimados sin una masa: es el bosón de Higgs lo que los obliga a interactuar entre ellos y agregarse. Por eso una de las descripciones más célebres compara el bosón de Higgs con un personaje famoso que entra en una sala llena de gente, atrayendo en torno a sí a gran parte de los presentes. El director general del Centro Europeo de Física de Partículas (CERN), Rolf Heuer, dijo que esto supone un avance fenomenal “en nuestra comprensión de la naturaleza”, y calificó como “histórico” el hallazgo. “El descubrimiento de una partícula consistente con el bosón de Higgs abre el camino para estudios más detallados, requiere mayores estadísticas, para escudriñar las propiedades de la nueva partícula. Además, es probable que haga la luz sobre otros misterios del Universo”, comentó. Existe alguna posibilidad de que no fuera el bosón de Higgs, pero eso no invalida el hallazgo. “El que no lo fuera sería casi más interesante”, agregó Juan Alcaraz, también investigador en el CMS. Por este motivo, el CERN decidió prolongar el funcionamiento del Gran Acelerador de Hadrones (LHC), un túnel circular de 27 kilómetros de perímetro con el imán superconductor más potente del mundo. Con el acelerador de partículas más poderoso jamás construido esperan recoger una mayor cantidad de datos y poder analizar las propiedades de la nueva partícula con más detalle y precisión.
Fuente: Tiempo argentino
Jueves, 5 de julio de 2012
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