Provinciales Cierra a sala llena el 24° Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura Este viernes se vivió un cierre emocionante en el Centro de Convenciones Gala de este evento que congrega cada año desde 1996 a escritores, académicos, lectores y docentes para dialogar sobre los universos del libro y la pedagogía de la lectura.
Las actividades abiertas del foro iniciaron en la mañana en las distintas sedes de la ciudad, entre ellas la Casa de las Culturas (donde los escritores Eugenia Almeida, César Sodero y el chaqueño Miguel Ángel Molfino hablaron sobre “El placer de contar historias”) y el Complejo Cultural Guido Miranda (desde donde se pudo oír una excelente disertación sobre pedagogía de la lectura por parte del escritor y especialista en educación español Jorge Larrosa), además de colegios secundarios desde donde los autores dialogaron con los estudiantes tanto el jueves como el viernes. Por la tarde, se presentaron las actividades centrales que convocaron a lectores de todas las edades y docentes de todo el país.
La mesa “Leer y Narrar el mundo en Castellano” convocó a los autores David Toscana (México), César Sodero (Sierra Grande, Argentina), Enrique Hernández-D'Jesús (Venezuela) y Laura Ávila (Buenos Aires), y dio pie a un par de discusiones curiosas —e interesantes por la divergencia de visiones— acerca de la pertinencia, necesidad y hasta corrección (o no) política del uso del lenguaje inclusivo, así como también sobre los términos “español” (usado en México y por el cual se decantó Toscana) y el “castellano”, defendido por argentinos y extranjeros como el escritor y traductor Nepomuceno —quien más tarde, al inicio de su mesa, lo mencionaría— como la forma correcta de aludir a nuestra lengua materna, una discusión que podría considerarse nimia si no se tiene en cuenta el peso político que adquiere una expresión sobre otra (en particular, el “español” versus el “castellano”).
Más tarde, en la mesa “Idas, vueltas y tensiones: del Castellano a otra lengua y viceversa”, coordinada por Nepomuceno y protagonizada por Jacques Aubergy (Francia), José Delgado (Puerto Rico), José Peixoto (Portugal), Márgara Áverbach (Buenos Aires) y Lecko Zamora (Chaco), los traductores y autores leyeron sus ponencias acerca de la complejidad de la traducción y el reto que implica pasar un texto de una lengua a otra respetando el ritmo, la lírica y el sentido impreso por su autor original. La charla pronto contó con la intervención del público a través de las preguntas que hicieron llegar a la mesa y concluyó con la lectura de algunas obras de los participante.
A las 20 horas, el auditorio pudo oír la conferencia de clausura a cargo del escritor mexicano Jorge Volpi, ganador del premio de novela Alfaguara 2018, con una conferencia de clausura que estuvo centrada en si la lengua castellana ha tenido un rol cohesionador o no de las culturas política y literaria latinoamericanas y sobre los autores y temas que ocupan a nuestro continente y cómo estos se relacionan con las preocupaciones, demandas y desafíos de cada país en particular, incluyendo la recomendación de algunos escritores cuya lectura resulta indispensable para entender nuestro tiempo.
El periodista, editor y escritor Hernán Casciari protagonizó el “Gran final” de la vigésima cuarta edición del Foro que durante tres días congregó a varios centenares de chaqueños y que convirtió a la ciudad de Resistencia en un espacio literario abierto a todos los interesados en el fomento de la lectura, lectores ávidos y ciudadanos curiosos y con ganas de participar en la discusión sobre nuestra lengua y sus usos, un hecho en el que fuera del lenguaje mismo, el protagonista es el hablante, es decir, todos.
Un foro épico
Durante tres días Resistencia volvió a congregar a centenares de personas —docentes, lectores, estudiantes, escritores, académicos, filósofos, poetas, editores…— alrededor del libro y la lectura, bajo el tema en esta oportunidad del “universo castellano”.
Se presentaron más de 40 conferencias, charlas con estudiantes y diálogos abiertos en una decena y media de locaciones de la ciudad de Resistencia y alrededores, impartidas por 41 invitados de diversas partes de Argentina y resto del mundo, todas actividades de acceso libre y gratuito.
Algunos de los temas abordados fueron políticas del libro y lectura en Argentina, la experiencia femenina a través del lenguaje castellano, una mirada crítica sobre la Literatura Infantil y Juvenil y los dispositivos de control de la infancia, la tertulia dialógica para formar lectores literarios del siglo XXI, leer y narrar como prácticas pedagógicas, y el futuro de la lectura y la escritura en la era electrónica, entre muchos otros.
Este año, como lo dio a conocer su organizador, el escritor Mempo Giardinelli, el foro fue más que nunca antes —a excepción, quizás, de las ediciones del 2001 y 2002, durante y apenas después de la devastadora crisis económica—, el resultado de un esfuerzo de voluntad que se puede sostener gracias a la colaboración de los innumerables voluntarios que han colaborado —incluyendo a las ya conocidas “Abuelas cuenta cuentos”—, así como al apoyo de las instituciones del gobierno. Uno de los hechos que se notó este año, relacionado a lo anterior, fue el menor número de docentes que se inscribieron a las actividades extracurriculares que ofrece la FMG durante el Foro, por lo que por primera vez se transmitieron las actividades de los tres días por streaming.CIERRA A SALA LLENA EL 24° FORO INTERNACIONAL POR EL FOMENTO DEL LIBRO Y LA LECTURA
Este viernes se vivió un cierre emocionante en el Centro de Convenciones Gala de este evento que congrega cada año desde 1996 a escritores, académicos, lectores y docentes para dialogar sobre los universos del libro y la pedagogía de la lectura.
Aunque las actividades abiertas del foro iniciaron en la mañana, en las distintas sedes de la ciudad, entre ellas la Casa de las Culturas (donde los escritores Eugenia Almeida, César Sodero y el chaqueño Miguel Ángel Molfino hablaron sobre “El placer de contar historias”) y el Complejo Cultural Guido Miranda (desde donde se pudo oír una excelente disertación sobre pedagogía de la lectura por parte del escritor y especialista en educación español Jorge Larrosa), además de colegios secundarios desde donde los autores dialogaron con los estudiantes tanto el jueves como el viernes, por la tarde se vivieron las actividades centrales que convocaron a lectores de todas las edades y docentes de todo el país.
La mesa “Leer y Narrar el mundo en Castellano” convocó a los autores David Toscana (México), César Sodero (Sierra Grande, Argentina), Enrique Hernández-D'Jesús (Venezuela) y Laura Ávila (Buenos Aires), y dio pie a un par de discusiones curiosas —e interesantes por la divergencia de visiones— acerca de la pertinencia, necesidad y hasta corrección (o no) política del uso del lenguaje inclusivo, así como también sobre los términos “español” (usado en México y por el cual se decantó Toscana) y el “castellano”, defendido por argentinos y extranjeros como el escritor y traductor Nepomuceno —quien más tarde, al inicio de su mesa, lo mencionaría— como la forma correcta de aludir a nuestra lengua materna, una discusión que podría considerarse nimia si no se tiene en cuenta el peso político que adquiere una expresión sobre otra (en particular, el “español” versus el “castellano”).
Más tarde, en la mesa “Idas, vueltas y tensiones: del Castellano a otra lengua y viceversa”, coordinada por Nepomuceno y protagonizada por Jacques Aubergy (Francia), José Delgado (Puerto Rico), José Peixoto (Portugal), Márgara Áverbach (Buenos Aires) y Lecko Zamora (Chaco), los traductores y autores leyeron sus ponencias acerca de la complejidad de la traducción y el reto que implica pasar un texto de una lengua a otra respetando el ritmo, la lírica y el sentido impreso por su autor original. La charla pronto contó con la intervención del público a través de las preguntas que hicieron llegar a la mesa y concluyó con la lectura de algunas obras de los participante.
A las 20 horas, el auditorio pudo oír la conferencia de clausura a cargo del escritor mexicano Jorge Volpi, ganador del premio de novela Alfaguara 2018, con una conferencia de clausura que estuvo centrada en si la lengua castellana ha tenido un rol cohesionador o no de las culturas política y literaria latinoamericanas y sobre los autores y temas que ocupan a nuestro continente y cómo estos se relacionan con las preocupaciones, demandas y desafíos de cada país en particular, incluyendo la recomendación de algunos escritores cuya lectura resulta indispensable para entender nuestro tiempo.
El periodista, editor y escritor Hernán Casciari protagonizó el “Gran final” de la vigésima cuarta edición del Foro que durante tres días congregó a varios centenares de chaqueños y que convirtió a la ciudad de Resistencia en un espacio literario abierto a todos los interesados en el fomento de la lectura, lectores ávidos y ciudadanos curiosos y con ganas de participar en la discusión sobre nuestra lengua y sus usos, un hecho en el que fuera del lenguaje mismo, el protagonista es el hablante, es decir, todos.
Un foro épico
Durante tres días Resistencia volvió a congregar a centenares de personas —docentes, lectores, estudiantes, escritores, académicos, filósofos, poetas, editores…— alrededor del libro y la lectura, bajo el tema en esta oportunidad del “universo castellano”.
Se presentaron más de 40 conferencias, charlas con estudiantes y diálogos abiertos en una decena y media de locaciones de la ciudad de Resistencia y alrededores, impartidas por 41 invitados de diversas partes de Argentina y resto del mundo, todas actividades de acceso libre y gratuito.
Algunos de los temas abordados fueron políticas del libro y lectura en Argentina, la experiencia femenina a través del lenguaje castellano, una mirada crítica sobre la Literatura Infantil y Juvenil y los dispositivos de control de la infancia, la tertulia dialógica para formar lectores literarios del siglo XXI, leer y narrar como prácticas pedagógicas, y el futuro de la lectura y la escritura en la era electrónica, entre muchos otros.
Este año, como lo dio a conocer su organizador, el escritor Mempo Giardinelli, el foro fue más que nunca antes —a excepción, quizás, de las ediciones del 2001 y 2002, durante y apenas después de la devastadora crisis económica—, el resultado de un esfuerzo de voluntad que se puede sostener gracias a la colaboración de los innumerables voluntarios que han colaborado —incluyendo a las ya conocidas “Abuelas cuenta cuentos”—, así como al apoyo de las instituciones del gobierno. Uno de los hechos que se notó este año, relacionado a lo anterior, fue el menor número de docentes que se inscribieron a las actividades extracurriculares que ofrece la FMG durante el Foro, por lo que por primera vez se transmitieron las actividades de los tres días por streaming.
Fuente: Florencia Molfino
Viernes, 23 de agosto de 2019
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